Aunque las películas y series pueden transportarnos a mundos distintos con historias que se alejan mucho de la realidad que conocemos, no se debe olvidar que las personas que vemos detrás de las pantallas son seres humanos que han entregado su vida a la actuación. Es por ello que detrás del rodaje de las escenas sexuales que vemos en pantalla existen las coordinadoras de intimidad, personas que garantizan un ambiente respetuoso para las actrices y actores que participan en ellas.
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¿Qué hace una coordinadora de intimidad en las series y películas?
En la industria cinematográfica y televisiva, las coordinadoras de intimidad se han convertido en parte esencial durante el rodaje de las producciones, ya que contribuyen a una representación más equitativa y respetuosa de la sexualidad y la intimidad en pantalla; y es que en un medio donde el poder y la influencia históricamente han favorecido a una narrativa dominada por perspectivas masculinas, la presencia de estas profesionales ofrece una oportunidad única para remodelar dinámicas de poder arraigadas y promover la seguridad y el respeto de las actrices y actores involucrados.
Es así como las coordinadoras de intimidad trabajan en colaboración estrecha con el equipo de producción y el elenco para garantizar que las escenas de intimidad se desarrollen de manera ética y respetuosa, estableciendo límites claros y asegurando el consentimiento informado en cada paso del proceso. Algunas de las responsabilidades que llevan durante el rodaje son:
- Planificación y consulta: antes de filmar, trabajan en estrecha colaboración con la o el director, el equipo de producción y las actrices y actores para discutir las necesidades de la escena y establecer límites claros. Esto implica consideraciones sobre la coreografía de la escena, la comunicación de los deseos y límites de las y los involucrados, y la identificación de posibles desafíos o preocupaciones.
- Establecimiento de límites y consentimiento: ayudan a establecer y mantener límites saludables y respetuosos durante la filmación, asegurando que las y los participantes comprendan y respeten los deseos y límites de los demás. Esto incluye facilitar conversaciones sobre consentimiento y proporcionar un espacio seguro para que los actores expresen cualquier incomodidad o preocupación.
- Coreografía y dirección de escenas: trabajan con los actores y actrices para crear una coreografía detallada y realista para las escenas de intimidad, asegurándose de que se ejecuten de manera creíble mientras se respetan los límites personales y se garantiza el bienestar emocional y físico de todos los involucrados.
- Implementación de medidas de seguridad y privacidad: supervisan la implementación de medidas de seguridad y privacidad en el set, como la presencia de testigos durante las escenas de desnudez, el uso de cubiertas de modestia y la planificación cuidadosa de los ángulos de cámara para proteger la intimidad de los actores.
- Apoyo emocional y recursos: también proporcionan apoyo emocional y recursos a los actores antes, durante y después de las escenas de intimidad, ayudándoles a manejar cualquier estrés, ansiedad o incomodidad que puedan experimentar como resultado de la filmación de escenas sensibles.
¿Por qué hay más coordinadoras de intimidad después del movimiento MeToo?
Y si bien, las coordinadoras de intimidad surgieron por allá de los años 2000 en el mundo del teatro, fue el movimiento Me Too lo que las trasladó a las pantallas y es que este grito colectivo contra el acoso y la violencia sexual arraigados en la industria del entretenimiento, logró destapar una red de abuso de poder que durante demasiado tiempo había silenciado a las voces de las víctimas.
Inspiradas por valientes denuncias, inicialmente dirigidas hacia figuras poderosas como Harvey Weinstein, las personas en todo el mundo se unieron para desafiar las estructuras patriarcales que perpetuaban el dominio masculino y la explotación de los cuerpos femeninos en la pantalla y fuera de ella. Este movimiento no solo desencadenó una revolución cultural, sino que también catalizó un cambio radical en la industria cinematográfica y televisiva.
Entre las muchas transformaciones, una de las más significativas fue la creciente demanda de coordinadoras de intimidad, cuya presencia en los sets de filmación se convirtió en un símbolo tangible de un compromiso renovado con prácticas más éticas y respetuosas en la representación de la sexualidad y la intimidad en pantalla.
Porque, además de su función principal de facilitar escenas de intimidad de manera segura y profesional, las coordinadoras de intimidad también desempeñan un papel crucial en la defensa de la privacidad y la dignidad de los actores. Esto incluye la implementación de medidas de seguridad, como la presencia de testigos durante las escenas de desnudez, y la planificación cuidadosa de los ángulos de cámara para proteger la intimidad de los individuos en pantalla.
Es así como su labor va más allá de la simple coreografía de escenas; son arquitectas de un espacio donde los límites personales son sagrados y el consentimiento es no negociable. En un mundo donde el cuerpo de la mujer ha sido históricamente objetivado y explotado para el placer del espectador masculino, estas profesionales se erigen como guardianas de una nueva narrativa, donde la intimidad se construye desde el respeto y la igualdad.