CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Cada vez hay más lugares que peligran por el cambio climático, pero también se ven más activistas jóvenes que lidian para evitar la destrucción. Esos luchadores, revela la reconocida artista medioambiental franco-estadunidense Anne de Carbuccia, se llaman los Protectores de la Tierra.
Ellos son los protagonistas del documental “Earth Protectors” (Protectores de la Tierra; Estados Unidos, 2023). Cuenta en entrevista por Zoom que durante los últimos 10 años ha retratado artísticamente las amenazas y los daños causados por el ser humano al planeta, como las sequías, los océanos llenos de plástico y las especies y culturas en peligro de extinción.
La idea del largometraje surgió tras sus expediciones alrededor del mundo para elaborar instalaciones artísticas que luego fotografía, lo cual le ha permitido conocer a una nueva generación de mujeres y hombres que trabajan arduamente para salvar el planeta, y ella, enfatiza, se siente inspirada por esas personas. Así conocemos en “Earth Protectors” a Liliana Rodríguez Cortés en Yucatán, Tashi Bista en el Upper Mustang, Nepal; Dasha Filippova y Maxim Savchenko en Siberia, Mariasole Bianco en Italia, Alexandria Villaseñor en Nueva York y Jared Cairuna Cauper en la Amazonia peruana. Batallan contra la sequía, protegen los arrecifes de coral, ayudan a los refugiados climáticos y defienden la selva. Además, cada uno está ayudando a crear un nuevo sistema.
Tras su estreno en Italia, Francia, Estados Unidos y Brasil, llega a México “Earth Protectors”, que desde la visión artística, positiva y unificadora de su creadora, invita “a ser conscientes de la necesidad de adaptarnos como especie a las amenazas del Antropoceno” (época geológica a partir de la revolución industrial, caracterizada por el impacto del hombre sobre la tierra). Ya se puede ver en las plataformas de streaming Amazon Prime y Apple TV. Si bien como parte de las actividades por el Día Internacional de la Madre Tierra, el 22 de abril, el filme puede verse gratis en YouTube hasta el día 30.
“A través de mi arte quiero llevar al espectador a un viaje inspirador. Quiero que cada uno de nosotros se dé cuenta de que nuestros pensamientos y acciones tienen un impacto en el planeta, y eso nos hace poderosos. Esto significa que, si lo decidimos, podemos ser una fuerza positiva y cambiar el futuro de la Tierra”, comenta De Carbuccia (Córcega, Francia).
Cabe destacar que para reducir su huella de carbono, el documental usó un pequeño equipo humano y técnico: la directora De Carbuccia, uno o dos camarógrafos y un técnico de audio, cámaras ligeras y un dron para poder desplazarse a pie. Además, las emisiones de carbono generadas por las expediciones cinematográficas se compensan apoyando los proyectos de reforestación de MyClimate (www.myclimate.org), y los lugares y comunidades que aparecen en este documental se financian con la venta de las obras de la artista.
La realizadora cuenta a Proceso que hace 10 años comenzó a sentir mucha ansiedad, “probablemente porque nací en Córcega, una isla, y soy buceadora libre”. Sigue:
“Empecé a ver grandes cambios en el océano, luego me convertí en madre y comencé a tener una preocupación más fuerte sobre ¿qué le vamos a transmitir y dejar a nuestros hijos?, ¿tendrán la misma experiencia que yo tuve de niña con el planeta? Y comencé a diseñar instalaciones, tipo santuarios, los cuales son algo que pertenecen a las civilizaciones desde hace mucho tiempo. Y esas instalaciones son mi fascinación para comunicarme. Ahí reflejo lo que estamos a punto de perder o lo ya hemos perdido. Y en los lugares que iba pasó algo extraordinario, comencé a conocer gente que me guiaba, y me ayudaron a comprender mejor los espacios. Son Protectores de la Tierra y su historia para mí fue más grande que mi arte, y sentí que todo su trabajo necesitaba contarlo en una película y darles una voz, así fue como surgió este largometraje documental de una hora treinta y seis minutos”.
En “Earth Protectors” también hay testimonios de la científica Julien Pullen, miembro del Consejo de la American Meteorological Society desde enero del 2020, quien ha trabajado con De Carbuccia durante muchos años, y aporta el contexto científico respecto a los obstáculos a los que se enfrentan estos Protectores de la Tierra. Y recuerda el papel protagonista que debe desempeñar la ciencia en la lucha por detener la destrucción del planeta. Además, aborda las tensiones sociales asociadas a este periodo de transformación, desde los refugiados climáticos hasta el movimiento juvenil ecologista. Resalta que la tecnología moderna también puede beneficiar al planeta, no sólo perjudicarlo.
La experta en el clima, meteorología e hidrociencia igual ha formado parte del Panel de Expertos en Predicciones Climáticas y del Sistema Terrestre de la National Academy of Science, y ha dirigido el National Center for Maritime Security, financiado por el Department of Homeland Security.
También aparece a cuadro Roberto Ambrosini (Italia), investigador en ciencias medioambientales. Es un científico en microplásticos y nanoplásticos. Es profesor asociado del Departamento de Ciencia y Política Medioambiental de la Universidad de Milán. Ha viajado a todos los continentes para estudiar la presencia de microplásticos en los glaciares y en las altas cordilleras.
Ardua misión
De Carbuccia viajó a los lugares más remotos del planeta para documentar con su arte especies, hábitats y culturas en peligro de extinción. Su arte se ha expuesto en museos e instituciones públicas de Europa y Estados Unidos. Su cortometraje “One ocean” se proyectó en el Festival Internacional de Cine de Venecia en 2018 y está disponible en seis idiomas.
Actualmente trabaja en un cortometraje de docu-ficción titulado “Refugia” y en una serie artística multimedia titulada “Follow the thread”.
Creó la Fundación One Planet One Future con sede en Nueva York, Estados Unidos, y Milán, Italia. A través del arte trata de concientizar sobre la emergencia climática y las amenazas al planeta provocadas por el hombre, inspirando la acción individual y colectiva. Se financia con donaciones de particulares y empresas, así como con la venta de obras de arte.
Los Protectores de la Tierra que aparecen en el documental son Jared Cairuna Cauper, guardabosques de la tribu shipibo en la Amazonia peruana. Tanto por cultura (los shipibo siempre han sido protectores de la selva) como por profesión, defiende esa zona de las incursiones ilegales y la deforestación, arriesgando a menudo su propia vida.
Tashi Bista es miembro del Grupo Juvenil Lo-Manthang de Upper Mustang. Trabaja con varias aldeas de zonas remotas del Himalaya que se ven obligadas a emigrar porque se les está acabando el agua de los glaciares.
Dasha Filippova es asesora medioambiental, fundó la Nature Protectors School, que proporciona a guardabosques, aspirantes a guía y voluntarios las herramientas para aprender a proteger la naturaleza y trabajar con las comunidades locales.
Maxim Savchenko, además de ayudar a las comunidades locales que viven en zonas remotas del lago Baikal a mejorar sus vidas gracias a la tecnología, utiliza las redes sociales para difundir la belleza del lago y los peligros a los que se enfrenta. Los Water Protectors luchan por proteger el planeta sin importar fronteras ni guerras.
Mariasole Bianco es bióloga marina y Fundadora de la ONG Worldrise- Italia. Además de sus actividades de investigación y sus programas de sensibilización en televisión y social media, lleva a cabo con su ONG Worldrise proyectos para proteger el medio marino en Italia y formar a la próxima generación de líderes medioambientales.
Alexandria Villaseñor comenzó su activismo con el movimiento Fridays for Future. Sus protestas tuvieron lugar en Nueva York, donde vivió dos años. Se trasladó a California para terminar sus estudios y fundó Earth Uprising, que sensibiliza a jóvenes y escuelas de todo el planeta para promover una educación dirigida por la próxima generación.
Y Liliana Rodríguez Cortés trabaja por la sostenibilidad de las comunidades costeras de la región de Yucatán, como delegada del Instituto Internacional del Océano en las Naciones Unidas. Difunde lo que hace la agrupación Los Jóvenes por Xcalak, un grupo de la comunidad local implicada en la conservación y la ciencia ciudadana del Parque Regional de Xcalak. Sus investigaciones y datos se comparten con científicos de todo el mundo.
Rodríguez Cortés, también por Zoom, platica que esta película “nos abre la puerta al entendimiento y qué tanto nos puede llegar al corazón la importancia de la conservación del medio ambiente”. Se explaya:
“Soy mexicana. Crecí en la Península de Yucatán, la cual es como un laboratorio para la humanidad. Es muy importante nuestra cultura maya, poseemos cenotes que se están contaminando poco a poco, tenemos esta presión del desarrollo, hay un turismo masivo y contamos con una gran variedad de áreas naturales protegidas que necesitan mucho apoyo y financiamiento para operar.
“Desde adolescente he trabajando en educación ambiental y en otros proyectos con diferentes organizaciones internacionales y locales. Es una de las primeras comunidades en México que solicita proteger el ambiente, y fue aceptada a nivel federal y decretada Parque Nacional Arrecifes de Xcalak, que se localiza en la zona costera al sur del Estado de Quintana Roo. Se brinda protección a importantes superficies de manglares y arrecifes de coral y se evita la pesca masiva, mas se buscan otras alternativas económicas”.
Enseguida subraya:
“Vemos que los jóvenes empiezan a interesarse en la participación de la conservación de sus recursos naturales y reciben capacitaciones en técnicas de buceo, en monitoreo biológico, identificación de especies, y se unen. Así es como se forma Los Jóvenes por Xcalak. Y este hermoso documental nos muestra lo que están haciendo las diferentes personas en diversas partes del mundo, y además puede ser una motivación para todos los espectadores y que haya un cambio positivo por el bien de nuestro planta”.
De Carbuccia muestra zonas peligrosas afectadas por el hombre y los cambios del clima, por lo que se le pregunta:
–¿Cómo lidió con tantos desafíos?
Responde emocionada:
–Otra de las razones por la que hice este documental sobre los Protectores de la Tierra es que ellos te muestran que, seas quien seas, vengas de donde vengas, sabes que puedes hacer algo y puedes ser un ejemplo positivo. Y no hice una película para complacer o destacar. Quise ir a esos lugares para mostrar por lo que pasan esos valientes activistas. La película es intensa y aborda muchas cosas, pero también fue creada con mucho amor por nuestro planeta. Y por los Protectores de la Tierra la cinta es muy inspiradora.
“Tengo un gran proyecto educativo y una fundación y he conocido a muchos jóvenes y deseo mostrarles que si eres activo, si actúas en lugar de deprimirte, las cosas no sólo cambian, igual tu vida se transforma y alimenta”.
Confiesa que le gustó mucho el resultado fílmico, pero al principio se radicalizó en sus puntos de vista por la injusticia social:
“Muchos de estos lugares, estos países, están pasando por el cambio climático y deben adaptarse a él, a veces de maneras muy difíciles la mayor parte del tiempo. Sabes que no son los principales responsables de la situación y eso fue extremadamente impactante.
“Todos esos viajes me hicieron sentir un apego y un amor aún más fuerte por mi planeta. Todos, incluso los políticos, debemos estar de acuerdo en que el calentamiento global es un grave problema, y existe gente poderosa que aún no cree en ello, y confunde, y se nos está acabando el tiempo. Es importante votar por gobernantes que nos representen”.
Rodríguez Cortés se despide así:
“Ojalá y se pueda distribuir este documental en todo México, primero porque es una herramienta educativa, y segundo es una cinta de motivación, y presentar estos casos, como la labor de Los Jóvenes por Xcalak, es como despertar sentimientos a otros jóvenes, a otras comunidades de lo que podemos hacer como individuos, y por supuesto, con colaboraciones con diferentes organizaciones”.