El sector de la agricultura en México presentará un estrés hídrico extremadamente alto en 2050, de acuerdo con pronósticos difundidos por el Instituto de Recursos Mundiales (WRI por sus siglas en inglés).
Un estudio que incluyó a 146 países ubicó a México en el número 26 de riesgos de estrés hídrico general, con una calificación total de 4. Esto ubica al país dentro del rango ‘Alto’ (entre 3 y 4).
La calificación general se compone de tres mediciones particulares, con los siguientes puntajes obtenidos:
- Sector agricultura: 4.33 (Extremadamente alto)
- Sector doméstico: 3.41(Alto)
- Sector industrial: 3.20 (Alto)
En un análisis efectuado por la agencia Statista, la analista María Florencia Melo, consideró que el agua se encuentra en una encrucijada ante la creciente presión ejercida por el aumento de la demanda y los efectos del cambio climático.
Según datos de la ONU, el estrés hídrico, definido como el uso del 25% o más de los recursos renovables de agua dulce de un territorio, afectaba al 18,2% del mundo en 2020.
Sin embargo, para 2022, 2,400 millones de personas ya habitaban áreas con un estrés hídrico extremo, una situación que se prevé se intensifique en los próximos años, de acuerdo con las proyecciones del World Resources Institute (WRI).
Si bien no es posible prever con precisión el escenario para 2050, los científicos advierten que la demanda de agua continuará en ascenso, superando en muchos casos la disponibilidad de recursos.
Según proyecciones del WRI, se estima que para 2050, 51 de los 164 países y regiones analizados experimentarán un estrés hídrico de alto a extremadamente alto, afectando al 31% de la población mundial.
Los expertos del WRI basan estas estimaciones en un escenario futuro “sin cambios”, caracterizado por un aumento de la temperatura global de entre 2.8 y 4.6 grados Celsius para finales del siglo y persistentes desigualdades socioeconómicas.
Este escenario anticipa un crecimiento económico lento, instituciones débiles, escasas inversiones en tecnología ambiental y un crecimiento demográfico acelerado, especialmente en países en desarrollo.
Entre los países europeos afectados, destacan Portugal, España e Italia, que ya enfrentan un alto estrés hídrico y se prevé que la situación empeore en el futuro cercano.
España, en particular, se enfrenta a un deterioro significativo de su situación hídrica para 2050. Francia y Polonia, por su parte, se proyecta que experimenten un estrés hídrico de medio a alto, reflejando un uso del 20 al 40% de los recursos disponibles.
Ante este panorama, consideró imperativo implementar medidas de gestión del agua eficientes y sostenibles, así como promover políticas de conservación y uso responsable de este recurso.