El Gobierno de Ecuador afirmó que conocía sobre el riesgo de fuga del país del exvicepresidente Jorge Glas, razón por lo que irrumpió en la Embajada de México en Quito para detenerlo.
La canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, insistió en que su gobierno agotó el diálogo con el Ejecutivo mexicano antes de ordenar la irrupción policial a la sede diplomática de México en Quito.
Se conocía de “un riesgo real de fuga inminente del ciudadano requerido por la Justicia”, por lo que la fuerza de seguridad ecuatoriana ha actuado para cumplir con una orden judicial de captura de Glas en un caso de malversación, agregó la canciller en su comparecencia que no aceptó preguntas de la prensa.
Recordó que Glas se encontraba como huésped en la Embajada de México en Quito desde el 17 de diciembre, justo cuando la Fiscalía emitió una orden de localización y captura por un caso de malversación de fondos públicos en el proceso de reconstrucción de la provincia Manabí, asolada por un potente terremoto en abril de 2016.
Asimismo, indicó que sobre el exvicepresidente pesaban dos condenas en firme por los delitos de asociación ilícita (relacionada con la trama de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht) y de cohecho (por la financiación ilegal de su movimiento político).
Según Sommerfeld, la Embajada de México en Quito, al haberlo recibido como huésped, “contribuyó” a que Glas incumpliera la orden de presentarse cada semana ante un tribunal, lo que, según ella, contravenía claramente el principio de no intervención en los asuntos internos de otros Estados.
Asimismo, dijo que en varias ocasiones el Gobierno de Ecuador comunicó a la Embajada mexicana su rechazo a que se concediera el derecho de asilo diplomático a Glas, ya que se trataba de una persona juzgada por delitos comunes en tribunales ordinarios.
Incluso recordó que el 29 de febrero la Cancillería ecuatoriana solicitó a la Embajada mexicana que le diera permiso para que la fuerza pública pudiera entrar y arrestar a Glas, petición que fue negada.
Ecuador justifica sus acciones en apego a la normativa internacional, sobre todo a las convenciones sobre asilo y lucha contra la corrupción, añadió la canciller. (EFE)