Las alfombras son piezas indispensables para la decoración de nuestro hogar, ya que en ellas encontramos el último toque de elegancia, especialmente en sitios como la sala las recámaras y aunque nos ayudan a que cada habitación brille por sí sola, lo cierto es que también hay desventajas en su uso, por ejemplo que se ensucian y manchan con bastante facilidad.
Pues al tratarse de los espacios más comunes y donde pasamos varias horas al día, los zapatos, los alimentos, bebidas y mascotas pueden hacer que sus colores se vean opacados con mucha facilidad y que por lo tanto luzcan percudidos, o bien, que cuando por error tiramos algo sobre los tapetes y alfombras se queden manchadas de por vida. Sin embargo, existe un truco de limpieza con cerveza con el que se puede olvidar todo lo anterior.
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¿Cómo usar la cerveza para limpiar la alfombra?
Si bien la cerveza tiene un sabor delicioso y que queremos probar una vez que inicia la temporada de calor, lo que pocas personas conocen es que tiene propiedades que la convierten en la mejor aliada para la limpieza. El mejor de los ejemplos es lo que puede hacer en nuestras alfombras y tapetes, pues al lavarlos con este ingrediente líquido cada pieza parecerá como nueva. ¿Lo pones a prueba?
La mejor parte de utilizar esta bebida como método de limpieza para quitar lo sucio, manchas y percudido es que no tendrás que gastar una fortuna, ni poner demasiado esfuerzo, ya que en cuestión de minutos tendrás cada decoración radiante. Aquí te contamos los sencillos pasos para lograr estos resultados, mismos que son recomendados cuando se trata de manchas de café y otro tipo de suciedades.
- Identifica las manchas de suciedad o percudido en tus alfombras y sobre cada una de ellas vierte un poco de cerveza.
- Deja que lo mojado de este líquido se impregne y déjalo reposar por al menos 10 minutos.
- Después toma un pañuelo limpio y seco y retira el exceso de cerveza. Puedes seguir repitiendo el proceso con el mismo paño humedecido con agua.
- Finalmente, coma un poco de agua con jabón y talla las manchas (en caso de que queden), ya que la cerveza las ayudará a desprenderse de cada fibra, para que así no tengas que hacer demasiado esfuerzo.