Para bajar la grasa corporal hay diversas técnicas, pero una que se ha popularizado en los últimos meses es el ayuno de agua. Este método, que implica abstenerse de todo alimento y consumir solo agua durante un período determinado, ha sido objeto de un estudio que analizó cambios profundos que experimenta el cuerpo humano cuando se somete a un ayuno de siete días.
Publicada en la prestigiosa revista Nature Metabolism, la investigación revela no solo una significativa reducción de peso en los participantes, sino también una serie de modificaciones en el funcionamiento de diferentes órganos, algunas de las cuales tienen efectos positivos sorprendentes. Según Claudia Langenberg, autora del estudio y directora del Precision Health University Research Institute de Queen Mary, este trabajo permite, por primera vez, observar los cambios moleculares que ocurren en todo el cuerpo durante el ayuno.
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¿En qué consistió el estudio sobre el “ayuno de agua”?
“Estudiamos a 12 participantes (5 mujeres y 7 hombres; Tabla Suplementaria 1) antes, durante y después de un ayuno prolongado de 7 días con restricción calórica absoluta y sólo ingesta de agua”, se lee en el documento. Los voluntarios tuvieron una pérdida de peso promedio de 5.7 kg. “Nuestros resultados demuestran los beneficios para la salud del ayuno más allá de la simple pérdida de peso, los cuales solo se hicieron evidentes después de tres días de restricción calórica total”, explicó Langenberg.
Los investigadores, expertos de la Universidad Queen Mary de Londres y la Escuela Noruega de Ciencias del Deporte, revisaron cómo respondía el cuerpo humano a la restricción calórica y vieron que el cuerpo comienza a utilizar las reservas de grasa como fuente de energía tras las primeras 72 horas, lo que resultó en una pérdida promedio de alrededor de 7.9 kilos de masa grasa y magra.
Aunque la masa magra se recuperó después de los primeros tres días de alimentación posterior al ayuno, la masa grasa no lo hizo. Además de la pérdida de peso, el estudio identificó cambios en los niveles de proteínas en varios órganos, incluidas las estructuras de neuronas en el cerebro, lo que podría explicar algunos de los efectos beneficiosos del ayuno sobre la salud cerebral y la longevidad.