(RFI).- Se distribuirán unos 200,000 preservativos masculinos y 20,000 preservativos femeninos (barrera bucal) para prevenir las ETS durante los Juegos Olímpicos de París 2024, que se celebrarán del 26 de julio al 11 de agosto.
“Estamos observando un aumento en la prevalencia de infecciones de transmisión sexual en la población, independientemente de los Juegos Olímpicos”, afirmó Laurent Dalard, responsable de la coordinación de primeros auxilios y riesgos para la salud del comité organizador de París 2024.
No sabemos cuántas personas probablemente los utilizarán y, obviamente, nos adaptaremos a los requisitos si es necesario.
Se esperan alrededor de 14,500 atletas y sus equipos en julio en la Villa Olímpica, situada en Saint-Denis, al norte de París.
Se repartirán folletos y se colocarán carteles en las clínicas médicas para concienciar a los deportistas. También estarán disponibles planes de pruebas de VIH.
Las camas de los Juegos de París, sin embargo, pueden matar la pasión, dado que todas son individuales, hechas de cartón y normalmente hay dos por habitación. Y no se servirá alcohol dentro de la Villa.
Tradiciones Olímpicas
Miles de condones se distribuyeron por primera vez de forma gratuita a los atletas en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 para fomentar el sexo seguro y crear conciencia sobre la epidemia de VIH-SIDA que azotaba al mundo en ese momento.
Desde entonces, se ha convertido en una tradición para cada evento, avivando la idea de que la Villa Olímpica es un foco de promiscuidad de alto rendimiento.
El número de condones distribuidos ha aumentado dramáticamente a lo largo de las décadas, llegando a 50,000 en los Juegos de Barcelona 1992, 100,000 en Beijing 2008 y 15o,000 en Londres 2012.
Los Juegos de Río 2016 fueron considerados los más atrevidos hasta la fecha, con la enorme cantidad de 450,000 preservativos repartidos, el equivalente a 42 por cada atleta.
Maquina dispensadora de condones en los juegos de Río 2016. | Foto: Reuters.
La agencia de salud de la Unión Europea advirtió el 7 de marzo sobre un aumento “preocupante” de las infecciones de transmisión sexual (ITS) en todo el continente con respecto al año anterior.
En 2022, los casos de gonorrea en la UE aumentaron un 48 por ciento, la sífilis un 34 por ciento y la clamidia un 16 por ciento, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades.
