CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Una de las figuras indiscutibles de la danza en México, la bailarina, coreógrafa y maestra de diversas generaciones, Gladiola Orozco, próxima a cumplir 90 años, fue reconocida en el Palacio de Bellas Artes.
Con un tributo colectivo por parte del Centro de Producción Dancística (Ceprodac) dividido en dos obras, y la presencia de Orozco en primeras filas ante una Sala Principal de Bellas Artes llena en su totalidad, la coreógrafa y cofundadora del Ballet Independiente (al lado de Raúl Flores Canelo y Freddy Romero), y luego en un segundo momento del Ballet Teatro del Espacio (junto a Michel Descombey), gozó de un reconocimiento público en el que alumnos, profesores, amigos y colegas del gremio se reunieron para recordar su trayectoria.
El homenaje -que se transmitió en redes sociales del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL)-, inició de lleno con danza, primero la pieza“Diarios de Rita Berlín”, obra de María Brezzo, que aborda la creación mediante las ideas y pensamientos de la creadora debido a sus diarios, seguida de “Signos en el cuerpo de la noche”, de Óscar Ruvalcaba, pieza multidisciplinaria con poesía en portugués y fotografías en blanco y negro que tiene como fin celebrar al cuerpo.
Tras ello, un video-homenaje en donde coreógrafos y bailarines nacionales reconocieron su liderazgo, congruencia, integridad, influencia, trayectoria, propuestas, y su labor como promotora e impulsora de ideas y políticas culturales a lo largo de décadas de carrera, se vieron en telón de fondo en Bellas Artes.
Las palabras de Cecilia Lugo (directora del Ceprodac), Miguel Mancilla, David Attie, Beatriz Madrid, Jessica Sandoval, Victoria Louise y Claudia Lavista (recientemente nombrada titular de Danza en la UNAM), hicieron eco en los rincones del palacio de mármol. Fue esta última la que la definió como:
“Impulsora de políticas culturales y de reflexiones profundas desde y para el cuerpo; su propio cuerpo-archivo es un tesoro vivo y latente”.
Tras lo anterior, Lucina Orozco, titular del INBAL, acompañada de Nina Serratos, coordinadora Nacional de Danza en el INBAL, le rindió unas palabras desde el estrado:
“El legado de la maestra está en la disciplina, en la capacidad de creación de quienes se formaron con ella, en la herencia de amor a la danza. Su sabiduría la hace un ejemplo, por ello celebramos su presencia en este Palacio de Bellas Artes… Es un personaje fundamental de la cultura mexicana y de la danza en particular”.
Acto seguido le entregó un reconocimiento a Gladiola Orozco, quien se dijo sumamente feliz “ojala esta felicidad la tuviera todo el mundo, los países, la tierra, el universo, estoy verdaderamente conmovida.
“Permítanme estar en sus corazones, mente y vida futura, somos uno, el amor nos hace uno”.
Y tras recordar a sus colegas a lo largo de la historia, refirió que su vida en la danza ha sido batallando, pero feliz.
“Con la danza he tenido el privilegio de envejecer, batallando, danzando y feliz, aquí sigo abrigada y homenajeada por el INBAL. Bellas Artes es el lugar perfecto para recordar a mis colegas ya fallecidos, gracias a todos los que me acompañan, por favor llévense mi amor con ustedes”.
Ante un largo aplauso de pie y de varios minutos, Orozco recibió la ovación, esa que pocos a lo largo de la vida pueden alcanzar tras trayectorias impecables.