Por Rogelio Muñiz Toledo
“Por sus obras los conoceréis”
En las campañas electorales las y los candidatos prometen el oro y el moro **. Una forma objetiva de ponderar las ofertas de campaña de una o un candidato es contrastarlas con sus acciones y su desempeño como gobernante. Cuando quien aspira a la presidencia de la república ha gobernado una entidad federativa es relativamente fácil encontrar material suficiente para hacerlo.
Si, como en el caso de Claudia Sheinbaum, quien aspira a la presidencia de la república gobernó la capital del país -que es la segunda entidad federativa más poblada y la que tiene el segundo mayor presupuesto- el contraste puede ser muy útil. Y si a esto le agregamos que la Constitución Política de la Ciudad de México tiene la carta de derechos más avanzada del país -y una de las más avanzadas de América Latina-, la ponderación en materia de garantía de los derechos sociales, económicos y culturales puede resultar muy revelador.
Durante la administración de Sheinbaum en la Ciudad de México, entre el 5 de diciembre de 2018 y el 15 de junio de 2023, los recursos presupuestarios aprobados por el Congreso local ascendieron a poco más de un billón de pesos y cuando asumió el cargo de Jefa de Gobierno había un conjunto de programas de gobierno con los que se garantizaban derechos sociales a sus habitantes, en algunos casos dichos programas tenían más de una década funcionando razonablemente bien. Por recursos y programas de gobierno no se podía quejar.
Además, su llegada al Gobierno de la Ciudad de México coincidió con el inicio de la vigencia de un conjunto de derechos sociales, económicos y culturales reconocidos en la Constitución local. Al protestar el cargo, Sheinbaum asumió la obligación de cumplir con el mandato constitucional de hacer efectivo el ejercicio de un conjunto de innovadores derechos con los que se garantizaría la dignidad humana como principio rector supremo y sustento de los derechos humanos.
Aunque muchos de esos derechos no estaban contemplados en la Constitución federal, su reconocimiento en la Constitución local fue plenamente validado por la Suprema Corte desde 2017. Durante el sexenio del presidente López Obrador algunos de ellos fueron incorporados al texto constitucional del país, como la pensión no contributiva para los adultos mayores, los apoyos a las personas con discapacidad y las becas para estudiantes. Otros continúan sin estar considerados, pero sin duda pronto serán reconocidos también a nivel federal, como el derecho al cuidado.
Del contraste entre lo que hizo Sheinbaum en materia de derechos sociales, económicos y culturales, como Jefa de Gobierno, y sus compromisos de campaña en materia de política social, como candidata de Morena, resulta un balance negativo para la aspirante presidencial.
En los “Cien compromisos de campaña”, que presentó el 1 de marzo pasado, la candidata Sheinbaum ofreció la consolidación y/o ampliación de los programas sociales del Gobierno del presidente López Obrador. También ofreció apoyar la reforma constitucional propuesta por el presidente de la república para, según dijo en su discurso de inicio de campaña, “echar atrás las reformas de pensiones del periodo neoliberal”; reforma que, si bien va en la dirección correcta, ni echa atrás el sistema de pensiones vigente, ni es suficiente para atender el inminente problema de las pensiones en nuestro país.
Lo que ofrece Sheinbaum si llega a la presidencia de la república contrasta con lo que hizo durante su administración en la Ciudad de México. Las notables diferencias e incluso las condiciones opuestas entre lo que propone y lo que hizo o dejó de hacer como Jefa de Gobierno son más que evidentes. Contrastemos las promesas como candidata presidencial y los hechos como gobernante en la Ciudad de México
Sheinbaum ofrece garantizar la pensión universal para los adultos mayores, el apoyo a personas con discapacidad y las becas para estudiantes, así como incrementar el número de sus beneficiarios. Al inicio de su administración en la capital de la república, Sheinbaum suprimió los programas del Gobierno de la Ciudad de México con los que se otorgaba la pensión para personas adultas mayores y para personas con discapacidad y el de la beca Prepa Sí, que existían desde por lo menos diez años antes de que ella llegara al poder y que en 2017 fueron elevados a rango constitucional a nivel local.
Violando los artículos 8 y 11 de la Constitución local, Sheinbaum hizo que la Ciudad de México pasara de pionera a supresora en materia de programas con los que se garantizan derechos sociales.
La candidata de Morena ofrece un apoyo bimestral a mujeres de entre 60 y 64 años, como parte de un incipiente apoyo para el ejercicio del derecho al cuidado, así como crear un sistema nacional de cuidados para hacer efectiva la igualdad sustantiva. Pero en la Ciudad de México Sheinbaum se negó a cumplir con lo que disponen los artículos 6 y 9 de la Constitución local y nunca creó el sistema de cuidados que garantizara la atención “a las personas en situación de dependencia por enfermedad, discapacidad, ciclo vital, especialmente la infancia y la vejez, y a quienes, de manera no remunerada, están a cargo de su cuidado”.
A pesar de que durante la pandemia era fundamental la existencia de un mecanismo emergente de apoyo a las personas que perdieron su fuente de ingresos, Sheinbaum tampoco quiso establecer en la Ciudad de México los mecanismos para hacer efectivo el derecho al mínimo vital para una vida digna, reconocido en los artículos 9 y 17 de la Constitución de la Ciudad de México y que hubiera sido un apoyo fundamental para gran parte de la población afectada en sus ingresos y bienestar por la emergencia sanitaria.
En contravención a lo que dispone la Constitución de la Ciudad de México, la administración de Sheinbaum no garantizó el ejercicio del derecho al cuidado y a una vida digna y se negó a que se otorgara el apoyo necesario a las personas que en las familias cuidan a quienes lo requieren, trabajo no remunerado que injustamente recae principalmente en las mujeres.
La candidata de Morena ofrece escuelas de tiempo completo, a pesar de que fue el gobierno de Andrés Manuel López Obrador quien las suprimió. Ofrece apoyo a la ciencia y acceso a la cultura, pero durante su administración se negó a garantizar lo que dispone el artículo 8 de la Constitución de la Ciudad de México que ordena que: “En el presupuesto de la Ciudad de México, se considerará una partida específica para el desarrollo de la ciencia y la tecnología, que no podrá ser inferior al dos por ciento del Presupuesto de la Ciudad”.
Violando la Constitución de la Ciudad de México, durante la administración de Sheinbaum, entre 2019 y 2023, en los presupuestos de egresos de la Ciudad de México se incumplió con este mandato constitucional. En esos cinco años los presupuestos anuales fueron muy superiores a los $200 mil millones, mientras que el gasto para ciencia, tecnología e innovación fluctuó entre los $65 millones, en 2022, y los $410 millones, en 2020, muy lejos de los más de $4 mil millones que debieron destinarse anualmente al gasto en esas materias.
La candidata de Morena ofrece que habrá un servicio público de salud que garantice el ejercicio del derecho a la salud, que incluya un sistema de “prevención primaria a la salud” denominado “salud casa por casa”, pero una de las primeras acciones de su administración en la Ciudad de México fue eliminar el exitoso programa denominado “médico en tu casa”.
Además, durante su administración los resultados en términos de acceso a los servicios de salud para la población de la Ciudad de México fueron desastrosos. Nunca creó el sistema de salud público local para garantizar el derecho a la salud a sus habitantes, con lo que incumplió el mandato constitucional en la materia.
Su administración no redujo los riesgos a la salud, la morbilidad y la mortalidad de los capitalinos, ni garantizó “que en las instituciones de salud pública local existan los servicios de salud, asistencia social y atención médica, la disponibilidad, accesibilidad, seguridad e higiene en las instalaciones de los centros de salud y hospitales, así como la suficiencia de personal y profesionales de la salud capacitados, equipamiento, insumos y medicamentos”, como lo dispone el artículo 9 de la Constitución de la Ciudad de México
Veamos los datos oficiales en materia de acceso a la salud. Según la medición multidimensional de la pobreza que realiza el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, en 2022 en la Ciudad de México el número de personas con “carencia por acceso a los servicios de salud”, como “indicador de pobreza”, fue de 2 millones 674 mil; 830 mil más que en 2018, un aumento de 8.6 puntos porcentuales en esta carencia durante la administración de Claudia Sheinbaum. 800 mil personas más que no tuvieron acceso a la salud en la Ciudad de México.
Además, no debemos olvidar que, como acertadamente lo señala el destacado médico internista, infectólogo y Premio Nacional de Salud 2020, Francisco Moreno Sánchez, en un artículo publicado el 12 de marzo pasado en el periódico Reforma, el desempeño de la administración de Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México durante la pandemia puede sintetizarse así: “sus resultados son los de un fracaso, sus comentarios los de alguien sin autocrítica, sus hechos los de alguien anticiencia”. En conclusión, como lo señala al finalizar su artículo el doctor Francisco Moreno Sánchez, en salud, el desempeño de Claudia Sheinbaum como Jefa de Gobierno “fue terrible”.
Las propuestas de campaña en materia de derechos sociales que presentó la candidata Claudia Sheinbaum son políticas y programas gubernamentales imprescindibles para hacer efectivo el ejercicio de derechos sociales, económicos y culturales reconocidos en la Constitución federal o en tratados internacionales suscritos por México. Su implementación no debe estar sujeta a una decisión política o a una promesa de campaña.
Quien gane las elecciones presidenciales debe implementarlos para garantizar el derecho humano fundamental a una vida digna, para erradicar las desigualdades estructurales y la pobreza y para lograr “una más justa distribución del ingreso y la riqueza” que “permita el pleno ejercicio de la libertad y la dignidad” de todas las personas, como lo establece el artículo 25 de la Constitución federal.
Vistos los resultados de la gestión de Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México, y sus reiteradas violaciones a la Constitución local al incumplir con el mandato de garantizar el ejercicio de los derechos sociales, económicos y culturales reconocidos en ella, ¿es posible confiar en que cumplirá con sus promesas de campaña ahora que busca la presidencia de la república?
* Según el Centro Virtual Cervantes, “por sus obras los conoceréis” es un proverbio en español, de fuente bíblica, y de uso actual.
** Según el diccionario de la Real Academia Española, la frase “prometer el oro y el moro” se usa “para ponderar ciertas ofertas ilusorias”.