ONU Mujeres, la entidad de Naciones Unidas para el empoderamiento y la igualdad de género, alertó del aumento de la violencia política contra mujeres, un fenómeno “que está creciendo”, especialmente la que se lleva a cabo a través de la tecnología, y que va “en paralelo” con su mayor presencia en la vida pública.
Así lo relató Marta Val, integrante del Equipo de Participación Política de ONU Mujeres, durante una entrevista con Europa Press en la que subrayó que esta situación de violencia hace que las mujeres tengan que pagar un precio “mucho más alto” que los hombres por postularse a una campaña electoral.
La escalada de violencia política contra las mujeres impacta también en la retención de cargos en la vida pública, por lo que el hecho de que algunos países alcancen cuotas de paridad en gabinetes ministeriales no es un logro definitivo, sino que es un asunto que debe prolongarse en el tiempo.
“Hemos visto en los últimos años retrocesos, países que con una legislación de cuotas han alcanzado la paridad y que cuando nos creíamos que de ahí no nos movíamos, llega una nueva Administración, una reforma constitucional o electoral, esa ley de cuotas desaparece y el nivel de mujeres en la legislatura pasa de un 50 a un 20 por ciento”, añadió Val.
En este contexto, subrayó que el apoyo a marcos legales que impulsen políticas y programas de paridad debe ser “constante y global”, subrayando que -“desde la neutralidad y la no interferencia en procesos políticos soberanos”- el sentido del voto de la población “tiene consecuencias”.
“Cómo utilizan su voto las mujeres y los hombres, no solamente impacta en la exclusividad y la diversidad de las instituciones, las legislaturas, los parlamentos o los gobiernos locales, sino también en su vida directa. Al fin y al cabo se vota por agendas políticas”, señaló la responsable de ONU Mujeres.
Val destacó a su vez los resultados obtenidos de la política de cuotas, que marca un determinado porcentaje de presencia de mujeres en listas electorales con el fin de alcanzar paridad en puestos políticos. “Las cuotas de género nos han venido demostrando a lo largo de los años que son una de las vías más efectivas para incrementar el número de mujeres en la vida pública“, señaló.
México puede ‘romper el techo’ en un año ‘megaelectoral’
2024 es catalogado como un año ‘megaelectoral’ debido a las numerosas votaciones que ya se celebraron y que se celebrarán a lo largo de los próximos meses. Entre estas citas destacan los comicios presidenciales en Rusia, Estados Unidos o Venezuela, entre otros, así como las elecciones al Parlamento Europeo.
Más de 60 países celebrarán algún tipo de comicio a lo largo del año, lo que representa en torno a un 44% de la población mundial. Según datos de ONU Mujeres, cerca de 1,300 millones de mujeres en edad de votar tendrán la oportunidad de hacerlo.
Del total de países en que se llevarán a cabo votaciones, sólo una quinta parte las elecciones serán para una Jefatura de Estado. De acuerdo con datos de ONU Mujeres, a enero de 2024 sólo tres naciones cuentan con mujeres como presidentas electas -Georgia, Moldavia y Eslovaquia- y dos tercios de estos países nunca han tenido a una mujer en este cargo.
De hecho, Val subrayó que la ONU estima que no se alcanzará la paridad de género en parlamentos hasta el año 2063, mientras que habrá que esperar 130 años para ver equidad también a nivel de jefaturas de Estado o de Gobierno.
“Hay mucho camino por recorrer hacia la paridad en la vida política”.
Uno de los países que puede “romper ese techo” es México, donde las dos principales aspirantes a suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador son mujeres: la oficialista Claudia Sheinbaum y la candidata opositora Xóchitl Gálvez.
“La postulación de mujeres en cualquier país a la posición de más alto rango de liderazgo de Gobierno o del Estado es siempre notable, dadas las cifras que venimos arrastrando durante décadas. México va a ser, por supuesto, significativo este año, porque además técnicamente será el primer país de Norteamérica donde una mujer va a ejercer la Presidencia“, señaló Val, aunque agregó que no se puede anticipar el resultado de los comicios.
Asimismo, Val subrayó que el resultado de las elecciones “sí abre puertas”, y recordó a otras mujeres que en Latinoamérica ejercieron el cargo de presidentas, como la chilena Michelle Bachelet o la brasileña Dilma Rousseff.
“Recoge un poco ese testigo, pero sí que es cierto que durante los últimos años hemos pasado de tener varias mujeres jefas de Estado en la región a apenas tener“, concluyó, afirmando que México “abre otra vez un poco ese halo de esperanza”.
Europa y Latinoamérica, a la cabeza de la paridad
Val destacó que algunos países como México o Ruanda superan la cifra del 50% de mujeres en cargos de poder. Otros Estados como Austria, Bélgica o Mozambique rondan la paridad con más de un 40 por ciento de mujeres en los parlamentos.
Otros tantos países que celebran elecciones este año se sitúan en el 30% de representación femenina, una cifra que es considerada como “masa crítica aceptable” pero que “está aún lejos de la paridad”. En este escalón se encuentran Croacia y Portugal, entre otros.
Sin embargo, más de una docena de países que en 2024 abrirán sus colegios electorales no alcanzan ése 30% de mujeres en el Legislativo, como Estados Unidos, Uruguay o El Salvador. En otros Estados como Maldivas, Tuvalu o Kiribati las mujeres ni siquiera suman el 8% de los cargos políticos.
“Muchos (de estos países) son del Pacífico, donde el nivel de representación de mujeres en política es de los más bajos del mundo”, señaló Val y agregó que Medio Oriente y el continente asiático son regiones donde “todavía queda bastante por recorrer”.
Por el contrario, la representante de Naciones Unidas sitúa a Europa a la cabeza de las regiones donde se registra mayor paridad de género, seguido de América Latina, donde en los últimos años “se ha venido avanzando” en este sentido, aunque de forma dispar.
“Hay países con paridad, como México; pero otros donde todavía queda mucho por recorrer, como Uruguay o Guatemala, donde no existe realmente una cuota de género”, añadió la empleada de ONU Mujeres, que pese a todo resalta los notables avances en la agenda de paridad en la región latinoamericana.
Igualdad o familia, ministerio para mujeres
Por otro lado, Val afirmó que el 84% de las mujeres ministras en el mundo lideran las carteras de Igualdad o de políticas relacionadas con la familia, la niñez o asuntos sociales, así como temas culturales. Aunque ha destacado la importancia de estos ministerios, señala que las llamadas “carteras duras” son lideradas por hombres.
En los ministerios de Defensa, Energía o Economía la cifra de mujeres al frente “desciende significativamente” en una pirámide que es “totalmente invertida”. Tan solo el 20% de las mujeres se encargan de Justicia; el 14% de Industria; el 12% de Defensa; y alrededor del 8% de Transporte.
“Las mujeres ocupan un 22.8 por ciento de las carteras ministeriales. Mucho que recorrer todavía para alcanzar esa paridad deseada”.