Es indudable que los gatos son seres especiales. Son el único animal que tiene tres días internacionales en el año, pues se les festeja el 20 de febrero, el 8 de agosto y el 9 de octubre, y se les consideró dioses en numerosas civilizaciones antiguas.
A esas curiosidades se les suma una característica que, además, está totalmente comprobada por decenas de estudios científicos: la compañía de los gatos es buena para la salud.
Sigue leyendo:
¿Cómo elegir el rascador ideal para mi gatito?
Esta es la razón por la que le huelen las patas a tu gatito
¿Demasiadas croquetas? Así puedes saber si tu gatito tiene sobrepeso
“Es más recurrente que los dueños de gatos declaren que sus mascotas les ofrezcan compañía, tengan una presencia que los calma y los ayuda a reducir el estrés y la ansiedad”, señala un estudio realizado por la Asociación Americana de Psiquiatría realizado el año pasado.
Los estudios revelan que, además de ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, reducen los riesgos de padecer un infarto coronario, disminuyen los síntomas del asma, mejoran el sistema inmune y la salud cardiovascular.
Mejoran la salud mental
El relajante sonido de un ronroneo es una de las muchas armas que poseen los gatos para mejorar tu salud mental, reduciendo el estrés y la ansiedad, incluso en aquellos pacientes que tienen una condición crónica.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Helsinki, el solo hecho de convivir con un michi ayuda a reducir los síntomas del estrés, la ansiedad y la depresión. Su ronroneo, además, es uno de los sonidos más relajantes para conciliar el sueño.
Un experimento realizado en una prisión de Santiago de Chile incluso demostró que los criminales más violentos controlaban sus impulsos ante la noble presencia de un michi, por lo que se realizan cada vez más investigaciones sobre el efecto felino en el cerebro.
Adicionalmente, se sabe que reducen la sensación de soledad, en particular en las personas de edad mayor y aquellas personas que tienen problemas de movilidad parcial o total.
Los mejores amigos del corazón
Sí, tener un gato te hará tener un corazón más saludable. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Pennsylvania, los dueños de gatos suelen padecer menos infartos y problemas coronarios.
El mismo estudio señala que acariciar un gato puede reducir la presión arterial, disminuyendo con eso la posibilidad de embolias y trombosis, además de reducir las concentraciones de colesterol y triglicéridos.
La razón de ello parece ser una mayor producción de oxitocinas, las cuales ayudan a mejorar la circulación de la sangre tanto en el cerebro como en otros órganos vitales, optimizando las funciones corporales.
La acción relajante de acariciar el pelaje de un gato parece estar relacionado con la disminución del riesgo de sufrir un infarto, según lo descubierto en un estudio realizado por la Facultad de Medicina de Harvard.
Ayudan a luchar contra el asma
A pesar de la gran cantidad de pelaje que poseen, está comprobado que los gatos ayudan a las personas que padecen asma a que sus síntomas disminuyan de una manera importante y gradual.
Según un estudio realizado por la Universidad de Alabama, los niños que son expuestos a los michis en los primeros meses de vida desarrollan mejores anticuerpos, los cuales los protegen de la alergia a los gatos y del desarrollo del asma.
Nuevamente, la calma que ofrece acariciar el suave pelaje de un gato es un factor importante a la hora de enfrentarse a una crisis asmática, por lo que es una fortuna tener un michi cerca en esa instancia.
Además de estos beneficios, tener un gato en tu vida puede mejorar tus habilidades sociales, impulsar tu sistema inmunológico para que reaccione ante ciertas enfermedades e incluso incrementa en varios años tu esperanza de vida, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Tokio.