CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- A pesar de que la Monumental Plaza de Toros México fue vallada para que los ciudadanos que están en contra de la tauromaquia no puedan perjudicar al inmueble como ocurrió en días pasados, este domingo los activistas protestaron en contra de las corridas de toros haciendo sonar cacerolas.
“¡Toros sí, toreros, no!”, fue uno de los gritos que realizaron activistas frente a policías y vallas metálicas que delimitan el paso de visitantes amantes de las fiestas taurinas.
Este domingo 4 de febrero, el cartel anunció a los toreros Sebastián Castella, Leo Valadez e Isaac Fonseca, en una corrida por el 78 aniversario de la Plaza ubicada en la delegación Benito Juárez.
Los manifestantes exigieron que haya una suspensión definitiva de este tipo de eventos debido al maltrato animal que representa, explicaron.
En días pasados, con la finalidad de salvaguardar al histórico inmueble y a los amantes de la “Fiesta Brava”, la empresa de la Plaza México decidió prácticamente blindarla para las corridas del 78 Aniversario que se efectuarían a las 16:30 horas el domingo 4 y lunes 5.
El pasado 28 de enero, en el marco del primer festejo de la Temporada de Reapertura 2024, grupos antitaurinos se dieron cita en las inmediaciones de la Monumental y agredieron a algunos seguidores.
También pintaron y dañaron algunas partes del inmueble.
La Puerta 6 que da hacia el Eje 6 Sur fue la más afectada por parte de las asociaciones pro-animal. Algunos de los manifestantes se subieron a la estructura de la Plaza México para pintarrajear y otros pegaron con mazos para destruir parte de las columnas mientras se hacían escuchar.
Ahora esa Puerta 6, igual que el resto de los accesos al coso taurino más grande del mundo, quedó totalmente protegida con vallas de acero para evitar el acercamiento de manifestantes que puedan perjudicar al recinto inaugurado el 5 de febrero de 1946.
La distancia entre el vallado y la plaza era tal que los puestos que se encuentran en los alrededores del coso también quedaron custodiados.