A veces el camino a la felicidad y el bienestar puede ser sinuoso, pero Chip Conley, distinguido empresario y autor de varios libros, sostiene que es crucial replantearse las nociones preconcebidas sobre estos temas. Asegura que a lo largo de la adolescencia, se nos inculcan ciertos estándares de éxito que, de seguirlos ciegamente en la adultez, pueden conducirnos hacia un estado de insatisfacción crónica.
Conley expone que la vida, con sus altibajos, nos enfrenta a momentos de desilusión donde nuestras expectativas no se alinean con la realidad, por lo que sugiere que es precisamente en estos momentos donde debemos buscar el lado positivo, incluso en las situaciones más adversas. Por ejemplo, al no alcanzar una posición deseada en una corporación, podemos encontrar oportunidades para emprender y liderar nuestros propios proyectos, redirigiendo nuestros objetivos hacia horizontes que antes no considerábamos.
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¿Cómo ser feliz a largo plazo?
Por su parte, Jenny Maenpaa advierte que eso es bueno, pero no se debe caer en la positividad tóxica. En lugar de forzar una sonrisa ante las adversidades, se trata de reconocer los desafíos mientras se explora una reevaluación constructiva de nuestras circunstancias. Cambiar el diálogo interno de “esto es un desastre” a “esto es desafiante, pero ¿qué puedo aprender o cómo puedo mejorar?” puede marcar una diferencia significativa en nuestra salud mental y satisfacción personal.
Otra dimensión importante para mantenerse feliz es recuperar la capacidad de actuar de manera autónoma y alinear nuestras acciones con lo que verdaderamente valoramos. Muchas veces, nos vemos atrapados en la “cinta hedónica”, persiguiendo sueños que, una vez alcanzados, no nos proporcionan la felicidad esperada. Esta insatisfacción crónica deriva de perseguir objetivos dictados por las expectativas sociales o de terceros, en lugar de los nuestros.
¿Cómo ser feliz sin preocuparse por lo que digan los demás?
Según el psicólogo Frank Martela, la menor ansiedad por el estatus social y la flexibilidad en las definiciones de éxito contribuyen significativamente al bienestar general. Este enfoque menos rígido hacia el éxito permite a las personas vivir de manera más auténtica y satisfactoria, incluso en profesiones altamente valoradas como la medicina.
La felicidad, por lo tanto, se encuentra no en la acumulación de logros externos, sino en el viaje hacia la autenticidad y la satisfacción personal. Antes de poder contribuir significativamente al bienestar de otros, es esencial entender qué nos hace felices a nosotros mismos y dedicar tiempo y esfuerzo a esas actividades o metas. Estas interesantes perspectivas sobre la vida fueron recopiladas por Ashton Jackson en un artículo de la CNBC.