La Audiencia de Barcelona descartó que el juicio contra el brasileño Dani Alves por la presunta violación de una joven en la discoteca Sutton se celebre a puerta cerrada, con la excepción de la declaración de la víctima, aunque no permitirá difundir imágenes ni sonido de la vista.
La sección 21ª de la Audiencia rechazó la petición de la Fiscalía, la acusación particular ejercida por la víctima y la defensa de Alves que el juicio se celebre a puerta cerrada, aunque garantizará medidas para proteger al máximo la identidad de la denunciante y evitar su confrontación visual con el acusado.
De esa forma, los medios podrán seguir el juicio por señal interna, sin difundir imágenes ni sonido de la misma; sin embargo, cuando la víctima declare será protegida de la visión de Alves mediante un biombo, tendrá su imagen pixelada y el momento solamente será grabado para el juicio, no para la prensa u otros interesados.
La única imagen de Alves sentado en el banquillo será la del primer día, el próximo lunes 5 de enero, cuando se permitirá que las agencias de noticias tomen y difundan fotos y vídeos de los momentos previos al arranque la sesión.
El juicio, en el que Alves se enfrenta a una petición fiscal de nueve años de cárcel y el pago de una indemnización de 150 mil euros, está previsto que arranque el próximo lunes y se prolongue hasta el miércoles, con la comparecencia de una treintena de testigos.
La Fiscalía pidió el pasado lunes a la Audiencia que el juicio se celebre íntegramente a puerta cerrada al considerar que era una medida ‘indispensable’ para proteger el derecho a la intimidad de la víctima y evitarle los ‘graves perjuicios’ que pudiera causarle un proceso en el que se permita la entrada al público y a los medios.
Sin embargo, la Audiencia recuerda que la publicidad de las actuaciones judiciales, con las excepciones previstas, es una ‘exigencia constitucional’, no tanto en favor del derecho a la información de la ciudadanía, ‘sino como una garantía del ciudadano que los Tribunales van a administrar rectamente justicia’ y como garantía del acusado ‘que no se le va a juzgar de manera clandestina u oculta’.
Los hechos que serán enjuiciados en este procedimiento tienen una evidente repercusión mediática que suscita el interés de los medios de comunicación y de la ciudadanía, sin que ello de por sí sea obstáculo para limitar la publicidad de la vista oral.
En concreto, el tribunal ha decidido que el juicio se celebre en audiencia pública, a excepción de la declaración de la víctima, que sí será a puerta cerrada.
Además, los medios de comunicación -que seguirán el juicio desde salas anexas, mediante un circuito cerrado de televisión-, no podrán grabar ni difundir el sonido y la imagen del juicio; la prensa no podrá ver la señal mientras hablé la víctima.
Otra de las medidas impuestas por la Audiencia es que durante el juicio todas las partes, así como los testigos y peritos, tendrán que referirse a la víctima como ‘la denunciante’ y no por su nombre o apellidos.
Además, se prohíbe la divulgación o publicación de información relativa a la identidad de la víctima, de datos que puedan facilitar su identificación de forma directa o indirecta y la obtención, divulgación o publicación de imágenes de las denunciante o de sus familiares.
Precisamente, la abogada de la víctima presentó en las últimas semanas una denuncia ante los Mossos d’Esquadra por la difusión de un vídeo publicado en Instagram por Lucía Alves, la madre del futbolista, que revelaba la identidad y datos personales de la joven, la mostraba disfrutando de momentos de fiesta con sus amigas e insinuaba que buscaba fama y dinero.
A raíz de esa publicación, la Fiscalía ya anunció que tomaría las medidas necesarias para proteger la imagen de la víctima en el juicio contra Alves.
(Con información de EFE)