El candidato del Partido de la Paz ruso, Boris Nadezhdin, consiguió aglutinar el apoyo de los rusos que se oponen a la guerra en Ucrania, pero también de la oposición en la cárcel y en el exilio, lo que podría, a la postre, impedir su registro por parte del Kremlin.
“Considero que el comienzo de la operación militar especial fue un error fatal“, señala Nadezhdin en su programa electoral, en el que propone “traer a todos (los soldados que combaten en Ucrania) de vuelta a casa“.
Nadezhdin, candidato apoyado por el partido minoritario Iniciativa Cívica, tiene aún un par de días para recolectar las firmas necesarias (100 mil) para participar en las elecciones presidenciales de marzo próximo.
“¿Dónde están las colas para firmar en la candidatura de Putin?”, dijo irónicamente sobre los 2-3 millones de firmas recolectados por el Kremlin.
El político, de 60 años, se ha convertido de un día para otro en un auténtico fenómeno social. Largas colas se formaron frente a los cuarteles electorales del candidato opositor en todo el país, incluido regiones siberianas con temperaturas de 40 grados bajo cero.
“Es la primera vez que participo en una acción así. Creo que lograr más de 100 mil firmas ya es una pequeña victoria“, comentó a EFE Yulia, una estudiante de 19 años.
Según su página web, más de 183 mil personas han firmado en favor de Nadezhdin, cuyos ayudantes reconocen que en varias regiones aún no han recabado las dos mil 500 signaturas necesarias por cada ente federal.
“Empezamos el 8 de enero, pero en los últimos días la afluencia de firmantes se ha disparado. Ayer tuvimos unos tres mil 500 interesados”, señaló una activista en el cuartel del candidato en Moscú.
Destacó que “todo transcurre en el marco de la ley, sin mayores problemas y en una atmósfera positiva”, aunque un furgón policial hizo acto de presencia esta semana en las inmediaciones de la oficina.
“Somos muchos en contra de la guerra”
Muchos de los rusos que hacían cola en Moscú eran jóvenes que nunca han participado en unas elecciones presidenciales.
“Es una oportunidad de unirse en torno a un candidato, aunque no vaya a ganar las elecciones. Estamos viendo que somos muchos los que estamos en contra de las autoridades y nos oponemos a la guerra”, dijo Irina, que está empadronada en otra región rusa.
Los analistas y opositores coinciden en que, ante la imposibilidad de poder manifestarse en contra de la guerra, la campaña de firmas se ha convertido “en la única forma legal de protestar“.
“Me da igual el candidato. Si hay alguna opción de librarse del camarada Putin, hay que aprovecharla. Me gustaría que fuera registrado, ya que hace mucho que no voto. De lo contrario, no merece la pena participar”, señaló Natalia, de 64 años.
Kiril, de 54 años, sí tiene una larga experiencia electoral. “Quiero cambios en mi querido país. Nadezhdin es un político al que conozco desde hace muchos años. Tengo esperanzas en Nadezhdin”, cuyo apellido se asocia con la palabra esperanza en ruso, comentó.
Apoyo desde la cárcel y el exilio
Nadezhdin había recabado apenas unas 10 mil firmas a mediados de mes, pero todo cambió cuando recibió hace unos días el apoyo en las redes sociales de los aliados del encarcelado líder opositor Alexéi Navalni, que cumple 30 años de prisión, y de los principales blogueros del país.
Su esposa, Yulia Naválnaya, estampó su firma en favor del candidato, que también recibió el respaldo de Vladímir Kara-Murzá, que cumple 25 años de cárcel.
Nadezhdin no se ha manifestado categóricamente sobre el futuro de los territorios ucranianos anexionados por Rusia, incluido la península de Crimea, pero sí ha pedido la liberación de los presos políticos como Navalni.
“Creo que la Administración presidencial ha cometido un grave error al dejarle llegar tan lejos. Se ha demostrado que hay mucha gente que está en contra de la guerra y ha perdido el miedo“, comentó Serguéi Guríev, conocido opositor y profesor exiliado en Francia.
Eso sí, admitió que “no apostaría su dinero a que Nadezhdin será registrado“.
El candidato, que reconoce que se muerde la lengua para no dar motivos a la comisión electoral a excluirle de la carrera electoral, ha rechazado las firmas recolectadas en el exilio y niega tanto ser un proyecto del Kremlin como del magnate Mijaíl Jodorkovski.
“No me puedo imaginar cómo pueden no registrarme. Soy el primer candidato que hace campaña exclusivamente con donaciones privadas“, afirmó.