CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Cinco mujeres de la comunidad muxe del Istmo de Tehuantepec se expresan, a través del teatro, para hacernos reír y reflexionar, contando su experiencia y la de otras mujeres. Contra el mito de que las muxes son la bendición de la familia y las encargadas de su cuidado, en este espectáculo de Cabaret, “Benda’ muxe/mi hermana muxe”, se muestra la violencia, los asesinatos y el maltrato hacia esta comunidad.
César Enríquez en la dirección y la dramaturgia, con la codirección de Luis Montalvo, realizan el espectáculo con cinco muxes de Santo Domingo, Tehuantepec, Oaxaca: Julia de la Rosa, Eli Mijangos, Violete Núñez, Isabela Urbieta y Naomi Riva. A través de un taller, resignificaron sus experiencias y dieron voz a lo que las hacen callar. A través del teatro conocemos sus vidas y las de otras mujeres trans que han sido violentadas por una cultura patriarcal. Ellas dan fuerza a sus palabras y a su actuar a través de su verdad. Son lo que son y nos invitan a adentrarnos en su universo y empatizar con ellas. Grandes mujeres que renacen una y otra vez a través del teatro.
En “Benda muxe’/mi hermana muxe”, las cinco muxes se encuentran en el limbo, después de haber muerto y esperando acceder a ese cielo de angelitos y caguamas que mencionan. Con la llegada de la quinta muxe, cada una de ellas contará su historia ayudada por las otras que interpretarán a los otros personajes o las diferentes situaciones de las que se trate.
En el teatro conocemos situaciones semejantes como el clásico de Elena Garro, “Un hogar sólido”, en el cual los que han muerto están en la cripta familiar y esperan la llegada del último miembro. En el limbo de las muxes hay humor, dichos, albures y un ambiente festivo a pesar de que muchos momentos son trágicos y dolorosos. Está construido con materiales de la región: canastas, esculturas de barro, petates, y con la indumentaria del momento de su muerte (unas en masculino, otras con la vestimenta tradicional del Istmo).
Con diferentes personalidades y perspectivas, vamos viendo un mosaico de experiencias que marcaron sus días. Su humor y vitalidad permea las historias con las que reímos y también sufrimos. Ellas incorporan su forma de hablar, sus dichos y coloquialismos. Cada historia es fuerte y se da el tiempo para desarrollarla, aunque a veces se alargue el espectáculo. Las recreaciones de las vivencias se resuelven con recursos escenográficos ingeniosos, con materiales de mimbre y paja. Los gags vuelven una y otra vez a la carcajada, como la reconstrucción del momento en que una muxe se convierte en tortuga con canastas arriba y debajo de ella en una posición incómoda y provocadora.
“Benda muxe’/mi hermana muxe” se presentó en la Ciudad de México en el Festival Internacional de Cabaret en el Teatro Bar el Vicio y en el Centro Cultural del Bosque. Se está proyectando también un documental sobre los procesos que vivieron durante el taller que impartió César Enríquez con la colaboración de Luis Montalvo en Santo Domingo. César Enríquez es punta de lanza en el cabaret con espectáculos reconocidos nacional e internacionalmente como “La Prietty Gouman”, “Fierce” y “Por jodidos y hocicones mataron a los actores”, que dan voz a la counidad LGBTQ+.
“Benda muxe’/mi hermana muxe” inauguró el Ciclo Teatro de los Estados en el Teatro a Capilla que se realiza del 14 de enero al primero de febrero.
El teatro es un medio liberador para reconocerse y reconocer la verdad del alma humana, tanto para “lxs” que lo hacen como “lxs” que participan en el hecho escénico; porque el teatro es un agente transformador y de toma de conciencia, un medio de concientización a través de la vivencia colectiva. Una bendición para las, los, les que hacen el teatro, y para “lxs” que tenemos la fortuna de ser espectadores y formar parte del milagro único de una noche.