Nunca antes se había alcanzado un nivel semejante en Francia, el país con la mayor comunidad judía de Europa (unas 500 mil personas), declaró a la AFP Yonathan Arfi, presidente del Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (CRIF).
En seis de cada 10 casos (57.8%), los actos registrados se referían a agresiones a personas (violencia física, palabras y gestos amenazadores, etc.) y no a bienes, según el informe, que recopila cifras “registradas por el Ministerio del Interior y el Servicio de Protección de la Comunidad Judía (SPCJ)”. Sin embargo, el CRIF señala que estas cifras reflejan “sólo una fracción” de los actos antisemitas, es decir, aquellos por los que se presentó una denuncia o se informó a la policía.
Otro dato preocupante para el CRIF es que el 12.7% de los actos tuvieron lugar en centros escolares, la mayoría de ellos en secundaria. “Asistimos a un rejuvenecimiento de los autores de actos antisemitas. Las escuelas ya no son el santuario de la República”, deplora.
“Por primera vez desde hace mucho tiempo, las nuevas generaciones son más susceptibles a los prejuicios antisemitas que las generaciones precedentes”, explica Yonathan Arfi, identificando “tres combustibles” de este fenómeno: “el odio a Israel, el islamismo y el conspiracionismo”.
El Gran Rabino de Francia, Haïm Korsia, habló este jueves en la radio franceinfo de “verdadera angustia” y se declaró “petrificado al ver esta forma de rechazo“.
El CRIF constató una “explosión” (+1,000%) de los actos antisemitas tras el atentado de Hamás en suelo israelí el 7 de octubre. Israel prometió “aniquilar” a Hamás y lanzó una vasta operación militar que mató a 25 mil 700 palestinos, la gran mayoría mujeres, niños y adolescentes, según el Ministerio de Sanidad del movimiento islamista.
Según Yonathan Arfi, “el 7 de octubre actuó como catalizador del odio, activando el antisemitismo latente” y permitiendo así que la gente actúe. “A partir del día 7, prácticamente el mismo día, asistimos a un aumento de los actos antisemitas”, declaró asimismo a CNews Elie Korchia, presidente del Consistorio Central Israelita.
Ya en 2012, tras el ataque a una escuela judía de Toulouse en el que murieron tres niños y un profesor a manos de Mohamed Merah, se registró un aumento del 200% de los actos antisemitas. También hubo un aumento del 300% tras el atentado yihadista contra el supermercado Hypercacher en 2015.
Invisibilización en el espacio público
El número de incidentes antisemitas pasó de unos 40 al mes en verano a 563 en octubre, 504 en noviembre y 175 en diciembre. Un descenso a finales de año “difícil de analizar” para el presidente del CRIF, que se mantiene cauto: “Estaban las vacaciones, sin duda una baja de intensidad…” “Todavía estamos lejos de las cifras anteriores al día 7”, subraya, lamentando la “falta de condena social del antisemitismo”.
Algunos judíos prefieren no llevar kipá ni poner una mezuzá en su puerta para no llamar la atención. “El riesgo al final es el de una invisibilización de los judíos en el espacio público. Es una victoria que no podemos ofrecer a los antisemitas“, subraya Yonathan Arfi.