La definición de la felicidad no es un concepto universal para todos, pues abrazar a tu gato puede representarla para ti, mientras que para otra persona es tener mucho dinero en el banco. Freud la describió como el estado de ánimo que se consigue al satisfacer todas tus necesidades, Aristóteles consideró que era la combinación de bienes, cuerpo y alma.
Sin embargo, la ciencia explica que la sensación de felicidad se considera como el resultado de estímulos que provocan reacciones químicas en nuestro cerebro, por lo que se pueden motivar con factores externos. La emoción se puede conseguir gracias a cuatro hormonas: endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina.
Estas hormonas de la felicidad se pueden activar de manera intencional en tu día a día para mejorar tu estado de ánimo y mejorar tu salud mental y emocional, sobre todo porque si te sientes motivado te es más fácil hacer tus tareas diarias o alcanzar alguna meta que tengas. No necesitas de medicamentos o alguna sustancia, simplemente debes aplicar estos hábitos en tu vida diaria que son muy fáciles de seguir.
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Hacer ejercicio o bailar libera endorfinas que son las hormonas encargadas de aliviar el dolor y la sensación de placer, más allá de la imagen corporal, practicar algún deporte te ayudará a sentirte mejor, a mejorar tu calidad de vida y mejorar tu estado de ánimo, por eso es recomendable hacer actividad por lo menos 30 minutos al día.
La ciencia ha probado que abrazar es una acción que te ayuda a segregar cortisol, sustancia que libera la oxitocina que provoca la sensación de seguridad y autoestima, por eso nos sentimos reconfortados cuando nos abrazan. Hacerlo de manera recurrente te ayudará a aliviar la tensión del momento, por ejemplo, después de un conflicto.
Socializar y cuidar nuestros vínculos sociales, sentirse acompañado y querido ayuda a nuestro bienestar y autoestima, también se libera la oxitocina, pues nuestros vínculos emocionales y personales nos dan una motivación para sentirnos alegres y disfrutar de nuestro día a día.
- Hablar positivo de ti misma
Trabajar en el autoestima es algo difícil para muchas personas, pero hablar contigo mismo y felicitarte es lo mejor que puedes hacer, en lugar de reprenderte y decir que eres tonto o no eres capaz de hacer algo, motivarte y halagarte te ayudará a tener más confianza y sentirte más animado.
Darle nombre a tus emociones es primordial para tener un mejor estado de ánimo, por ello es ideal que reconozcas que es lo que sientes, celos, ira, miedo, en lugar de evadirlas o excusar que es por otra cosa como malestar o estrés.