El líder norcoreano, Kim Jong Un, afirmó este miércoles que “no evitará la guerra con Corea del Sur”, país al que considera su “principal enemigo”, y amenazó con aniquilar el territorio si este “intenta hacer uso de la fuerza contra Corea del Norte”.
Durante una serie de inspecciones a las principales fábricas de armas y munición del país norcoreano, Kim indicó que Pyongyang “debe reforzar sus capacidades militares para mejorar su defensa y contener la posibilidad de que se desate una guerra nuclear”.
Así, descartó iniciar una guerra “unilateralmente”, pero recalcó que “tampoco la evitará” en caso de que se desate, según información recogida por la agencia norcoreana de noticias KCNA.
“Si Corea del Sur intenta utilizar armas contra Corea del Norte o amenaza su soberanía y seguridad, no dudaremos en aniquilarlos haciendo uso de todos nuestros medios y la fuerza de nuestras propias manos”, afirmó el mandatario.
Además, expresó su satisfacción por el despliegue de nuevas armas y equipos de cara a una mayor preparación para un conflicto bélico, una postura que Seúl ha rechazado contundentemente por considerarla un “simple juego de palabras”.
“Las declaraciones de Kim presuponen que Corea del Sur utilizará la fuerza contra Corea del Norte a pesar de que nunca lo ha hecho. El Gobierno responderá con firmeza a cualquier provocación de Corea del Norte. […] Cualquier intento de crear tensiones en la península de Corea acabará perjudicando al propio régimen norcoreano”, manifestó un alto cargo del Ministerio de Exteriores, según un comunicado.
Las declaraciones de Kim llegan después de que el líder norcoreano calificara las relaciones entre los dos países como una cuestión “hostil” y afirmara que “no tiene sentido buscar la reconciliación o unificación” del territorio.
Desde entonces, Pyongyang intensifica sus ensayos balísticos y, durante el fin de semana, lanzó cientos de proyectiles desde su costa occidental hacia el mar Amarillo. El lunes, el Ejército surcoreano anunció que reanudaría sus disparos de artillería y los ejercicios cerca de frontera ‘de facto’ marítima y terrestre entre los dos países.