CIUDAD DE MÉXICO (France 24).- Este viernes 5 de enero, el Ejército del líder Kim Jong-Un disparó más de 200 proyectiles de artillería en la costa occidental, muy cerca de las islas surcoreanas de Baengnyeong y Yeonpyeong, por lo que los habitantes fueron desalojados y conducidos a refugios antiaéreos.
Las autoridades de Seúl indicaron que ya tomaron las “medidas correspondientes”, en referencia a la realización de ejercicios con fuego real, mientras Pyongyang volvió a amenazar con una “respuesta fuerte sin precedente” y reiterar su rechazo a los ensayos militares conjuntos entre Corea del Sur y Estados Unidos.
La nueva tensión en la península coreana
A través de sus teléfonos móviles, los residentes surcoreanos de las islas Baengnyeong y Yeonpyeong, en la zona limítrofe occidental, recibieron la orden de desalojo inmediato para acudir a refugios antiaéreos este viernes 5 de enero.
El llamado fue hecho luego de que Corea del Norte lanzó más de 200 disparos de artillería muy cerca de las islas. Todos los proyectiles cayeron en el lado norte de la frontera marítima, señaló Seúl, mientras que Pyongyang aseguró que no impactaron en las islas surcoreanas.
Aunque la avalancha de fuego no causó muertos ni heridos, sí escaló las fricciones entre los vecinos. Como respuesta, el Ejército de Corea del Sur disparó “fuego real” hacia la disputada frontera de la Línea Límite Norte (NLL), en lo que describió como medidas “correspondientes”.
“Este es un acto de provocación que aumenta la tensión y amenaza la paz en la península de Corea”, advirtió el ministro de Defensa surcoreano Shin Won-sik mientras supervisaba los ejercicios militares, que incluyeron artillería mecanizada y tanques.
Pero Pyongyang amenazó con recurrir a otra “respuesta fuerte sin precedente” si Seúl continuaba lo que calificó de medidas “provocadoras”.
El Estado Mayor del Ejército controlado por Kim Jong-Un justificó su ráfaga de disparos de este viernes como una “respuesta natural” contras las acciones de los “gánsteres militares de Corea del Sur”.
La administración norcoreana advirtió en los últimos días que la situación en la península se encamina hacia la guerra debido a lo que considera peligrosas medidas de los Ejércitos de Washington y Seúl. En los últimos meses, los dos aliados han fortalecido los ejercicios militares conjuntos ante los constantes ensayos nucleares de Corea del Norte, algunos de los cuales han impactado en aguas de Japón.
Frontera marítima, zona en disputa que eleva tensiones
Los dos países mantienen una frontera terrestre marcada por la zona desmilitarizada, y otra marítima en la parte occidental de la península.
Trazada al final de la Guerra de Corea, en los años cincuenta, como una frontera no oficial, Pyongyang no disputó la NLL hasta los años setenta, cuando comenzó a violar la línea y a defender una frontera más al sur.
Por años las aguas cercanas a la disputada NLL han sido escenario de varios enfrentamientos entre las dos Coreas, incluidas ofensivas que involucraron buques de guerra y el hundimiento de una corbeta surcoreana en 2010 en el que murieron 46 marineros, lo que Seúl cree que fue causado por un torpedo norcoreano.
Yeonpyeong es el hogar de poco más de dos mil residentes y tropas estacionadas allí, a unos 120 kilómetros al oeste de Seúl y a la que se accede mediante transbordadores que tardan unas dos horas y media en llegar al lugar.
Por su parte, la isla Baengnyeong, que se encuentra muy al oeste de Yeonpyeong y también cercana a la frontera marítima, tiene una población aproximada de cuatro mil 900 habitantes.
Las dos islas, cuyos habitantes este viernes 5 debieron desalojar sus hogares por la emergencia, experimentan crecientes fricciones.
Seúl y Pyongyang habían acordado cesar las maniobras militares cerca de los límites fronterizos, incluidas las zonas marítimas frente a las costas occidental y oriental.
Pero ambas han llevado a cabo ejercicios armados cerca de las aguas en disputa. Corea del Norte aseguró en noviembre pasado que el acuerdo firmado en 2018 para reducir la tensión y prevenir estallidos de combates ya no es válido, después de que el Sur señalara que reanudaría los ensayos castrenses cerca de la frontera.
Para el Sur, las acciones de Corea del Norte, incluido el lanzamiento de misiles balísticos con capacidad nuclear, son un peligro latente para la región, lo que alienta un mayor respaldo de Washington. Para el Norte, las operaciones conjuntas con Occidente son acciones de provocación.
La tensión continúa mientras las dos partes se prometen respuestas “aplastantes”.