A LOS cuestionamientos que le hacen los especialistas, habría que sumar las lecciones que han aprendido otros países que intentaron hacer lo mismo. Ahí está, por ejemplo, el caso de Bolivia.
LA REFORMA la hizo el gobierno de Evo Morales y las cosas no resultaron favorables para la justicia en ese país. Primero, porque la carrera judicial se politizó abriendo la puerta, sobre todo, al partido gobernante.
ADEMÁS, elegir a los jueces llevó a que encabezaran los tribunales quienes eran más populares, pero no los más capacitados. Y con una representatividad muy cuestionada, pues eran tantos los que se inscribían que, al final, quien ganaba lo hacía con un mínimo porcentaje debido al voto pulverizado.