Pobladores de los municipios de Chicomuselo -ubicado en la zona sierra de Chiapas, colindante con la zona fronteriza- hicieron un llamado de auxilio al gobierno mexicano; denuncian que en la región se ha agudizado la instalación de retenes, extorsiones y amenazas en su contra, por parte de los dos grupos del crimen organizado que se disputan entre sí el territorio de Chiapas y la frontera sur de México.
A través de comunicados públicos, unos dirigidos a la sociedad y otros a los tres niveles de gobierno y los organismos defensores de derechos humanos, explicaron que no pueden salir de sus casas y transitar a otras comunidades, por “miedo a lo que pueda sucedernos al pasar por sus retenes, revisiones, hostigamientos e intimidaciones”.
“Nos encontramos actualmente en estado de sitio por dos grupos criminales que se disputan el territorio en plena complicidad con el ejército, la Guardia Nacional y el presidente municipal”, denuncian.
Explican cómo una organización autollamada “MAÍZ” a la que la población de la zona identifica como parte de uno de los cárteles de la droga, “tiene casetas que instalaron para control del pueblo” y a quienes transitan les hacen “una revisión exhaustiva y, quienes no son parte de este grupo, son violentados físicamente y amenazados”.
También detallan sobre el incremento de la presencia de camionetas repletas de gente armada en varias comunidades del municipio “para intimidar a la población, no les permiten salir de la comunidad y están siendo amenazados”.
Refieren que los días 20, 21 y 22 de noviembre “hubo enfrentamientos entre los dos cárteles sobre la carretera que comunica a Chicomuselo y Siltepec (…) en Frontera Comalapa permanece la tensión, vigilancia permanente, cobro de multas para los proveedores de mercancía a las abarroteras y de verduras, las multas van desde los mil pesos hasta dos mil cada vez que pasan, a Chicomuselo ya no llegan proveedores, algunos productos se están agotando o se han encarecido”.
“No hay transporte de Chicomuselo-Comalapa y la Mesilla (…) en Chamic dan paso libre a los carros particulares, pero no hay transporte público hacia Comitán. Permanece la tensión e incertidumbre de lo que pueda suceder en los próximos días”, dicen.
El llamado de auxilio explica que esta situación de presión a las comunidades también alcanza a los órganos ejidales “para que la gente salga a tapar y resguardar sus comunidades”; es decir, ponerlos como escudo humano ante enfrentamientos. “Algunas comunidades están resistiendo también a ser usados y están organizándose libremente para cuidar la comunidad”.
En el detalle del llamado de auxilio que realizó la población de la zona, acusan de “omisión del Estado y la complicidad con los grupos criminales” como factores que incrementan el riesgo a la población y los está obligando a migrar. “Vemos como el Ejército mexicano y la policía estatal que se encuentran en el municipio están coludidos con estos grupos ya que hasta el momento operan en total impunidad”.
También, en este contexto, llaman la atención a que personas también vinculadas a los grupos criminales están extrayendo de manera ilegal el material de las minas que hay en la zona y que las comunidades habían decidido que no se iba a explotar por el impacto ambiental que esto trae a la población.
La población de la sierra de Chiapas exigió “la atención urgente al grito de paz de nuestros pueblos, restablecimiento del orden social sin poner en riesgo a la sociedad civil en resistencia a estos grupos criminales”, además de restablecer el libre tránsito y detener el saqueo minero “por parte de gente armada que sigue intimidando y amenazando a la población”.