Ser seductor es una cualidad de la que pocos gozan o que saben sacarle provecho. Ya sea con una mirada, una sonrisa, un simple discurso para convencer a alguien, la seducción tiene su chiste y no significa meramente ser atractivo de manera física. Por ello, la confianza y la seguridad en uno mismo juega mucho a favor.
Como te ves te tratan o como te sientes te ven, es algo que muchos aseguran sobre la percepción que proyectamos hacia los demás. Aunque nuestro aspecto físico nos suma puntos, como vestir bien, saber seducir es conocer al otro para despejar sus dudas o no despertar sospechas sobre o que le decimos.
Hay personas que no necesariamente son modelos, pero a la hora de caminar, dirigirse a los demás o hablar son realmente atractivos debido a la seguridad que proyectan. Por eso es importante tener confianza en uno mismo para tener éxito en lo que pretendemos.
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Seguridad: La clave del éxito y la seducción
La seguridad en uno mismo no se debe confundir con la frivolidad o el ego, sino es saberse capaz de nuestras capacidades, los triunfos que hemos logrado y las tareas que sabemos realizar. Nadie más puede apoyarnos con la confianza más que nosotros mismos, esto se logra a través del aprendizaje de nuestros errores, de todo aquello que estudiamos y que transformamos en habilidades.
También es importante detectar nuestras debilidades de manera objetiva, no para limitarnos, sino para reforzarlas y mejorar, así nos sentiremos seguros de lo que lo somos en lugar de dudar de hacer algo. Para proyectar esa seguridad dirigida hacia el éxito, debemos visualizarnos como tal, llena de oportunidades y pensamientos positivos.
La seguridad también es saber hasta donde podemos hacer o el conocimiento que tenemos, es decir, no podemos confiar en nosotros mismos si carecemos de alguna habilidad, por muy bueno que seamos en otro aspecto. Esto también es una forma de motivación para seguir preparándonos y aprender cosas nuevas.