El árbol de jade es una de las plantas originaria de Sudáfrica, y se ha convertido en uno de los ejemplares ideales para la decoración del hogar. Según la filosofía del Feng Shui, esta suculenta simboliza la abundancia y la prosperidad. Vale resaltar que es fácil de cuidar y se adapta a diferentes ambientes, pero hay que tener en cuenta algunas cosas para no cometer errores comunes.
Si posees un árbol de jade en tu casa y notas que está dañado, te desvelamos cuáles pueden ser los motivos. Suele suceder que en varias oportunidades, consideramos que algunas cosas le hacen bien a la planta, pero en realidad tiene el efecto contrario. Tanto el agua, la luz y el sustrato son clave en el ciclo de vida y estos tips de jardinería te ayudará a mantener tu suculenta en buen estado.
¿Cómo cuidar el árbol de jade?
El riego excesivo es uno de los errores más comunes que se cometen con el árbol de jade. Esta planta resiste la sequía y no tolera la humedad excesiva en sus raíces, por ese motivo es que importante dejar que el sustrato se seque completamente antes de volver a regar. El recipiente debe tener buen drenaje para evitar el estancamiento del agua. Puede suceder, el caso extremo, la deshidratación por la falta de riego.
Otro factor a tener en cuenta es la luz, ya que la falta ella puede dañar a la planta. El árbol de jade necesita mucha luz para crecer y mantener su forma compacta y saludable. Debe recibir luz indirecta brillante al menos 4 horas de sol al día.
El árbol de jade necesita de un sustrato bien drenado y arenoso para crecer correctamente. Si en cambio se utiliza un sustrato pesado y arcilloso, el agua se acumulará en las raíces y la planta se pudrirá. La mezcla que se recomienda es la de arena, perlita y tierra para macetas, de esa manera se asegurara un buen drenaje y aireación del sustrato.