El pomerania es un perro de raza alemana que se caracteriza por tener un diminuto cuerpo cubierto de un abundante pelaje color naranja o rojo, que se extiende sobre el pecho y los hombros. Este ejemplar es conocido por ser muy cariñoso con las personas, especialmente de aquellas que forman parte de su familia. Este animal procede de una raza de unos canes más corpulentos y fuertes: los canes empleados para mover trineos en el Ártico.
El primer can perteneciente a esta raza apareció en la región prusiana denominada Pomerania, actualmente, localizada en territorio alemán y polaco. Es en esta ubicación donde los perros de trineo fueron cruzados con otras razas, ocasionando una disminución de tamaño que dio como resultado a este ejemplar tan particular. Vale recordar que fue la reina Victoria de Reino Unido quien la hizo conocida para el resto del mundo al regresar de un viaje de Florencia con esta mascota.
Esperanza de vida del pomerania
El Pomerania, por lo general, es un perro animado, inquisitivo y audaz, pero sobretodo muy saludable. Mide aproximadamente 17.7 cm de altura y su peso es de 3.1 kilos de peso. Cuenta con una esperanza de vida que le permite vivir entre 12 y 16 años de edad, los cuales se podían extender por mucho tiempo más siempre y cuando se le brinden los cuidados adecuados.
Aunque se trate de una raza sana, es recomendable examinarlo recurrentemente con un médico veterinario para detectar posibles enfermedades hereditarias. Entre las que se pueden mencionar: rótulas dislocadas, hipotiroidismo, tráqueas colapsadas, insuficiencia cardíaca congestiva, convulsiones, alopecia tipo X, entre otras. El pomerania es activo y resistente al frío gracias a su poblado pelaje.
El pomerania posee un carácter bastante fuerte y agresivo con otros canes. Los ladridos y la posición corporal rígida son dos elementos que no suelen faltar en los paseos de estos animales. Vale mencionar que también se muestra desconfiado con gente que no conoce y que invade un sitio aparentemente controlado. Es por ello que las visitas no siempre serán bien recibidas en casa, aunque finalmente, el perro suele acostumbrarse a ellas.