CIUDAD DE MÉXICO (apro).- No todo en ajedrez es estudiar y poner esos conocimientos en la práctica. No somos robots y tenemos sentimientos. En muchas ocasiones jugamos una partida, nos ganan, y nos venimos abajo, nos deprimimos y no podemos levantar cabeza. Cuando pasan estas cosas tenemos como resultado un muy mal torneo. La pregunta entonces sería: ¿Cómo podemos mejorar en este sentido?
Hay una serie de procesos que pueden sernos útiles: 1. Hacer algo al respecto. Tenemos que identificar que hay un problema y eso es una primera etapa para así resolverlo; 2. Obtener retroalimentación sobre el problema que estamos pasando y 3. Adaptar o reforzar ciertos patrones basándose en la retroalimentación recibida.?
Podemos pensar en la retroalimentación positiva como algo que nos gusta que pase. Un ejemplo típico es cuando escribimos un “post” en las redes sociales, con la intención de recibir muchos “me gusta” o bien, comentarios agradables. Esto es una manera de aprobación de terceros hacia nosotros y esto nos gusta a todos. ?Pero desde luego, si hablamos de ajedrez, lo que necesitamos es que la retroalimentación recibida no sea necesariamente agradable a nosotros, sino que nos indique el camino en el cual hemos errado. Por ejemplo, podemos pensar en analizar con algún amigo nuestra derrota y ver qué dice al respecto. ¿Criticará la manera en como jugué el final? ¿O acaso mi conocimiento de la apertura es tal que deja mucho que desear? ¿Puede ser mi problema la falta de entrenamiento en lo que se refiere a táctica? ¿Omití alguna combinación trivial quizás?
Una vez hecho un diagnóstico de la partida que hemos perdido, hay que ponerse en acción. Por ejemplo, si el problema fue una incapacidad para calcular variantes, tendremos que trabajar en ejercicios en donde existan complicaciones en las posiciones que lleven a muchas variantes. Esto nos llevará a sentirnos mejor al lograr hacer un esfuerzo sobre la retroalimentación, la cual ha puesto en evidencia los vicios de nuestra manera de jugar ajedrez.?
Pero ojo, este esfuerzo no quiere decir que desde este momento ya estaremos analizando las posiciones perfectamente bien. No. El avance en ajedrez se da como por brincos, trompicones, es decir, no es lineal y suave. De hecho, se sabe que en la práctica, cuando uno trabaja duro en ajedrez, baja de juego. La razón parece ser esta: los nuevos conocimientos empiezan a poner en tela de juicio lo que pensábamos antes y entonces dudamos. No tenemos afianzados los nuevos conocimientos y lo que ya sabíamos ya no parece tan bueno como creíamos. Pero eso es temporal. Si insistimos en el trabajo ajedrecístico, lograremos mejorar significativamente.
Lo importante es cambiar la manera de pensar. Dándonos cuenta que se puede salir del bache pero además, entender que requerimos trabajar con ahínco para poder resolver la problemática que nos aqueja. Si pensamos que nunca podremos aprender la técnica de la táctica ajedrecística, nos estamos acostumbrando a estar derrotados antes de empezar. Necesitamos pues un reforzamiento positivo mental para poder pasar al siguiente nivel.
La mejora en ajedrez parte del trabajo constante, pero también de un grupo de amigos (y quizás entrenadores), que den las palabras de aliento que se necesitan en el momento justo. Pero de nuevo, esto debe sólo servir para motivarnos y entonces tomar las acciones pertinentes. Es clave de alguna medida este grupo de amigos, porque tienen probablemente las mismas motivaciones e intereses que uno, y eso hace que el crecer sea mucho más rápido.?
En conclusión, 1. Es importante tener un balance sobre cómo trabajar para mejorar. Por ejemplo, tenga muy claro el objetivo del estudio que realiza. No diga: “voy a estudiar las partidas de Capablanca”. No, diga mejor: “Voy a estudiar la técnica finalista que hizo famoso a Capablanca”; 2. Combata la resistencia natural al cambio. Si se mantiene en su zona de confort es probable que no pueda mejorar. Aquí el grupo de amigos es fundamental: 3. Encuentre jugadores que sean más fuertes y que puedan incluso entrenarlo en diversos tópicos. Eso es una ayuda fundamental para tener el marco mental para trabajar en este difícil arte que es el ajedrez.