El ex primer ministro británico David Cameron entró este lunes en el Gobierno de Rishi Sunak como responsable de Exteriores en sustitución de James Cleverly, como parte de una remodelación del Ejecutivo en la que la controvertida titular de Interior, Suella Braverman, dejó su cargo.
Para asumir el cargo, Cameron será nombrado lord con el fin de entrar como parlamentario en la Cámara Alta, requisito para poder incorporarse al Ejecutivo.
El nombramiento de Cameron, que renunció en junio de 2016 como primer ministro tras perder el referéndum del Brexit, ha causado enorme sorpresa en medios de comunicación y analistas del Reino Unido.
Tras abandonar Downing Street, Cameron no había continuado como diputado y había abandonado la primera fila de la política británica para involucrarse en la empresa privada.
Antes, Sunak nombró a Cleverly nuevo responsable de Interior, tras la destitución de Suella Braverman de esa cartera a raíz de la polémica por haber criticado a las fuerzas del orden.
El jefe del Gobierno conservador lanzó este lunes una remodelación de su Ejecutivo, de cara a las elecciones generales previstas para 2024, posiblemente en mayo.
Sunak destituyó a Braverman después del malestar que provocó en el mundo político por criticar abiertamente a la Policía, a la que acusó de “doble rasero” y de favorecer las manifestaciones propalestinas.
Los partidos de la oposición habían pedido la dimisión o destitución de Braverman por el artículo que publicó el jueves en el diario The Times, dos días antes de que tuviera lugar en Londres una manifestación propalestina para pedir un alto a fuego en Gaza.
Fuentes del Partido Conservador, en el poder, indicaron que Sunak inició la remodelación para “reforzar su equipo en el Gobierno a fin de tomar decisiones a largo plazo para un futuro más brillante”.
Tras conocerse su destitución, Braverman dijo que fue “el mayor privilegio” de su vida servir como titular de Interior y agregó que tendrá “más que decir en su debido momento”.
Braverman, del ala más a la derecha del Partido Conservador, había pedido a la Policía Metropolitana de Londres (Met, en inglés) que prohibiera la marcha por temor a disturbios y a fomentar el antisemitismo, pero las fuerzas de seguridad rechazaron esa propuesta y la manifestación tuvo lugar este sábado.
(Con información de EFE)