Hospital Johns Hopkins deberá pagar 220 millones de dólares por negligencia médica

Hospital Johns Hopkins deberá pagar 220 millones de dólares por negligencia médica


CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).– El hospital Johns Hopkins All Children’s de Florida, Estados Unidos, fue hallado culpable de siete delitos, entre ellos el de secuestro de la niña Maya Kowalski, que provocó el encarcelamiento de su madre y su suicidio.

Después de ocho semanas de juicio, los directivos y dueños del nosocomio deberán pagar 220 millones de dólares a la familia de Maya, quienes denunciaron irregularidades en el caso.

También le imputaron al hospital los cargos de falsa prisión, facturación fraudulenta y agresión contra una menor.

En octubre de 2015, la familia Kowalski llevó a su hija Maya, quien en ese entonces tenía 10 años, al servicio de urgencias del hospital debido a que tenía un fuerte dolor, donde su madre sugirió el tratamiento con Ketamina, dado que había funcionado en el pasado, pero los médicos lo consideraron sospechoso y denunciaron a su madre, Beata Kowaiski, ante el Departamento de Niños y Familia porque según ellos medicaba a su hija con Ketamina y calificaron eso de irresponsable, por lo que fue acusada de síndrome Munchausen.

El caso de Maya y su madre se hizo viral en la serie de Netflix Take Care of Maya (Cuiden a Maya), un documental sobre la trágica historia de la familia Kowalski, la cual empieza cuando un médico le diagnosticó a Maya cuando era niña el síndrome de dolor regional complejo (SDRC), una rara condición neurológica que le causa dolor al mínimo contacto, y le recetó Ketamina para el dolor…

Beata fue acusada de abuso infantil e ingresada a prisión, mientras que Maya permaneció bajo custodia del Estado durante tres meses, lo cual la madre no soportó al ser separada de su hija y se suicidó. Tenía 43 años.

Pero la indemnización que debe pagar el hospital no es por el suicidio de Beata, sino por la decisión de poner a la niña dentro de una habitación equipada con videovigilancia durante 48 horas, desnudarla hasta quedar en ropa interior y fotografiarla sin el consentimiento de sus padres o de un tribunal.

Por su parte, el hospital anunció su decisión de apelar la sentencia por “errores claros y perjudiciales” en el juicio, según el bufete de abogados Hill Ward Henderson, que representa al hospital.





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