Independientemente de la belleza física que se pueda llegar a tener, el cuerpo es valioso debido a que es nuestro medio para conectarnos con todo lo que nos rodea, gracias a él podemos recorrer grandes distancias, disfrutar de los aromas más deliciosos y sentir la piel de aquellos que amamos. Es por ello que resulta importante mantenerlo en un estado óptimo y no sólo por fuera, sino también de manera interna y uno de los órganos que se olvidan son los riñones, que desempeñan un papel crucial en la depuración y equilibrio químico de la sangre, por lo que es indispensable mantenerlos sanos.
8 hábitos para mantener unos riñones sanos
Según médicos expertos, los riñones son esenciales para el mantenimiento de la salud, por lo que mantenerlos sanos implica la incorporación de hábitos positivos en la rutina diaria. Aunque se piensa que para ello se deben sacrificar grandes cosas, la realidad es que todo se empieza con hábitos simples y aquí te muestro ocho consejos respaldados por expertos que te ayudarán a mantener tus riñones en condiciones óptimas y favorecerán la limpieza efectiva de tu sistema renal.
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- Hidratación constante: beber suficiente agua es fundamental para asegurar una adecuada función renal, ya que la hidratación adecuada ayuda a diluir las sustancias presentes en la orina, reduciendo el riesgo de formación de cálculos renales y facilitando la eliminación de toxinas.
- Dieta balanceada: adoptar una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, contribuye a mantener un peso saludable y reduce la carga de trabajo en los riñones. Limitar el consumo de sodio y grasas saturadas también es crucial para la salud renal.
- Control de la presión arterial: mantener la presión arterial dentro de los niveles recomendados es esencial para prevenir daños en los vasos sanguíneos de los riñones. La hipertensión arterial puede ser perjudicial a largo plazo y aumentar el riesgo de enfermedad renal crónica.
- Ejercicio regular: la actividad física regular no solo promueve un peso saludable, sino que también mejora la circulación sanguínea, contribuyendo así a la salud renal. Se recomienda al menos 150 minutos de actividad moderada por semana.
- Evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco: el consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo están asociados con un mayor riesgo de enfermedad renal. Reducir o eliminar estos hábitos puede tener un impacto positivo en la salud renal.
- Controlar el azúcar en la sangre: la diabetes es una de las principales causas de enfermedad renal. Mantener los niveles de azúcar en la sangre bajo control es esencial para prevenir daños en los riñones.
- Evitar el uso indiscriminado de medicamentos: el uso prolongado e indiscriminado de ciertos medicamentos, como analgésicos y antiinflamatorios, puede tener efectos adversos en los riñones. Consulta con tu médico antes de usar estos medicamentos de manera regular.
- Chequeos médicos regulares: programar chequeos médicos periódicos permitirá la detección temprana de cualquier problema renal. La identificación precoz de las afecciones renales facilita la implementación de medidas preventivas y el tratamiento oportuno.
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¿Por qué es importante mantener la salud de los riñones?
De acuerdo con expertas, los riñones actúan como filtros, eliminando los desechos y el exceso de fluidos de la sangre para formar la orina, este proceso ayuda a mantener un equilibrio químico adecuado en el cuerpo y a prevenir la acumulación de sustancias nocivas. De la misma forma desempeñan un papel esencial en el control del equilibrio hídrico al ajustar la cantidad de agua que se retiene o se elimina a través de la orina y esto es vital para mantener la presión arterial y la concentración de electrolitos en niveles óptimos.
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Loss riñones contribuyen a regular la presión arterial al ajustar la cantidad de agua y sal en el cuerpo, por lo que un funcionamiento adecuado de los riñones es esencial para prevenir la hipertensión, que puede tener consecuencias perjudiciales para la salud cardiovascular. Igualmente son responsables de producir hormonas importantes, como la eritropoyetina, que estimula la producción de glóbulos rojos en la médula ósea. También participan en la activación de la vitamina D, esencial para la absorción de calcio y la salud ósea.