Hay muchos conceptos que forman parte de la llamada “inteligencia emocional” y uno de los que se usa comúnmente es el de resiliencia que se refiere a la capacidad de adaptarse ante situaciones difíciles. Cuando nos encontramos en momentos de estrés, enfrentamos traumas o adversidades, es natural experimentar emociones como la tristeza, la ira o el dolor y la resiliencia se manifiesta cuando logramos seguir adelante, funcionar y continuar con nuestras vidas cotidianas a pesar de estos desafíos, tanto a nivel físico como psicológico.
¿Cómo cultivar la resiliencia en nuestra vida diaria?
Contrario a lo que algunos puedan creer, la resiliencia no está determinada por nuestra genética ya que aunque puede existir una predisposición genética hacia el optimismo, el entorno en el que crecemos también influye en nuestra capacidad para desarrollar esta habilidad, por lo que todas las personas pueden trabajar en ello para así perfeccionar tu capacidad de resiliencia y aprender valiosas lecciones de cada experiencia. Si tú quieres cultivar esta cualidad, te muestro algunos hábitos que te ayudarán en ello.
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- Sé consciente de tus capacidades: comprender nuestras fortalezas es esencial para enfrentar con determinación cualquier desafío y, de la misma forma, reconocer cuáles son nuestros límites para evitar crearnos expectativas irreales. Ésto nos ayudará a aprovechar al máximo nuestra personalidad.
- Aprende de cada experiencia: encontrar un aspecto positivo en situaciones dolorosas o de sufrimiento puede ser desafiante. Sin embargo, transformar experiencias difíciles en lecciones valiosas contribuye a una vida más plena y, aquellos que practican la resiliencia, suelen alcanzar este objetivo.
- Piensa con objetividad: las expectativas elevadas nos conducen a la decepción frente a determinados momentos, por lo que es necesario metas realistas, abordando las situaciones desde una perspectiva positiva sin caer en idealismos. Reconociendo los límites, lograr superar las expectativas resulta gratificante y minimiza el impacto de posibles desilusiones.
- Explota tu creatividad: frente a cambios inesperados, las personas resilientes demuestran habilidad para adaptarse de diversas maneras. La creatividad se convierte en una herramienta esencial para enfrentar las adversidades, permitiéndote ajustar tu curso y adoptar una nueva perspectiva ante las situaciones cambiantes de la vida.
- Identifica y gestiona tus emociones: frente a situaciones incontrolables, debes aprender a gestionar tus emociones para mitigar el estrés diario. Sensaciones como la incertidumbre suelen causar ansiedad y pensamientos negativos, por lo que es importante aprender a soltar ese tipo de emociones.
- Ten flexibilidad: la tolerancia ante los cambios define a las personas resilientes, quienes se adaptan hábilmente a situaciones inesperadas ajustando sus metas y objetivos. Esta capacidad no solo facilita enfrentar la vida con mayor alegría, sino que también evita frustraciones y la sensación de pérdida al aferrarse a planes rígidos.
- Vive el “aquí y ahora”: la presencia en el presente es fundamental para afrontar la vida cotidiana. Reconociendo la fugacidad de la vida y la no inmortalidad, las personas resilientes adoptan una perspectiva realista, disfrutan de los detalles diarios y se enfocan en el presente y el futuro cercano, evitando preocuparse por un futuro lejano que escapa a su control.
- Pide ayuda si la necesitas: debes reconocer que no eres perfecta, por lo que a veces es necesaria ayuda externa cuando pasas por situaciones o emociones desafiantes. Reconoce la importancia de apoyarte en tu red segura o incluso de acudir con un profesional. A veces superar obstáculos requiere la colaboración de otros.
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¿Por qué es importante tener la capacidad de resiliencia?
La capacidad de resiliencia es crucial en la vida debido ya que constantemente enfrentamos situaciones desafiantes, estrés y adversidades, y la resiliencia nos permite adaptarnos y superar estos obstáculos. Además, la vida es inherentemente impredecible, ayudándonos a mantener una actitud positiva y a encontrar soluciones creativas ante cambios inesperados.
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La resiliencia también está relacionada con la salud mental y emocional, ya que según exprtas, aquellas personas que son resilientes tienden a manejar mejor el estrés, a mantener relaciones más saludables y a tener una mayor sensación de bienestar, además de que tienen la capacidad de aprender y crecer a través de las experiencias difíciles es fundamental para el desarrollo personal.