¿Sabías que en un estudio realizado en España se encontró que el 85% de las personas no tenían un motivo para despertar cada mañana?
El problema radica en no tener un propósito claro y definido elegido por nosotros mismos. Parece que hemos cedido la pluma a otros para que escriban el guion de nuestra vida. Este artículo busca ayudarte a retomar el control de tu vida, de ti mismo, de tu familia y trabajo. Proporciona una metodología para mejorar tu desempeño en diferentes aspectos de la vida. No es fácil; en algunos casos, se requiere “desaprender” antes de “aprender”. Es necesario cambiar hábitos, rutinas y rituales para encontrar armonía en lo que hacemos.
El establecimiento de hábitos, rutinas y rituales tanto en la vida familiar como en el trabajo permite entender mejor lo que se espera de cada persona. Sin embargo, el equilibrio no se logra de la noche a la mañana ni solo con buenas intenciones, se requiere de constancia y guía para practicar.
Te invito a que, después de leer este artículo, desarrolles tus herramientas para vivir plenamente. Para empezar, te sugiero poner una intención específica a cada uno de tus días. Darle una intención a las próximas 24 horas cambiará tu enfoque en todo lo que hagas.
Una vez que adquieras el hábito de tener una intención diaria, podrás empezar a desarrollar hábitos positivos.
Pero comencemos por el principio. ¿Qué entendemos por hábito? Cada uno puede tener su propia definición. Los hábitos son acciones que repetimos día tras día de forma casi automática y con el tiempo se convierten en parte importante de nuestra vida.
Se dice que más del 40% de nuestros comportamientos están determinados por nuestros hábitos. Esto resalta la importancia de desarrollar hábitos saludables. Pero ojo, no todos los hábitos son buenos. Pueden ser saludables o perjudiciales. Debes revisar qué tipo de hábitos tienes actualmente. Si te das cuenta de que tus hábitos actuales no son saludables, es hora de cambiarlos. Cuando tus hábitos son los adecuados para el momento en el que te encuentras es más fácil tener una intención.
Por ello te comparto tres intenciones para empezar tu día:
- Se heroico: Vencer la lucha de levantarte a una hora fija cada mañana puede ser un acto de heroísmo.
- Se flexible como una palmera: Mantén la elasticidad tanto física como mental.
- Se agradecido: Comienza el día con gratitud y comparte tus bendiciones.
No permitas que tu destino sea dirijido en piloto automático; elige tus objetivos y avanza hacia ellos cada día.
¡Es hora de actuar con propósito y transformar nuestra realidad!
Soy Sergio Cazadero y te quiero compartir, cómo hacer para crecer.
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