Jimin de BTS es uno de los artistas más populares del K-Pop, tras su debut con su álbum FACE, el cantante y bailarín logró llegar al número 1 del chart de Billboard, uno de los más importantes en la música. También ha sido halagado por su talento en la danza, una profesión que estudió desde muy joven.
A pesar de su fama, durante sus primeros años Jimin de BTS no la paso nada fácil, sobre todo porque luchó por tener un lugar seguro dentro del grupo, también recibió varias críticas por su peso. Incluso tiene una canción titulada “Promise” que reflejan estos oscuros pasajes de sus inicios.
Al igual que sus compañeros de grupo, Jimin de BTS ha tenido episodios de depresión o ha tenido que lidiar con la presión del éxito y la fama del grupo, pero a lo largo de su carrera ha escrito canciones donde plasma sus emociones y donde inspira a sus fans a ser optimistas.
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3 Frases motivacionales de Jimin de BTS
- “Nunca renuncies a un sueño que has estado siguiendo durante toda tu vida”
Jimin de BTS se enfrentó a su compañero J-Hope mientras eran entrenados, pues su lugar no estaba seguro dentro del grupo. Sin embargo, dio lo mejor de sí para ser valorado, incluso ha sido considerado como uno de los mejores bailarines del K-Pop, por lo que nunca renuncies a lo que realmente amas.
- “Es divertido creer que cualquier cosa es posible cuando eres niño y luego sabes lo difícil que es superar un día”
Su canción “Promise” refleja este sentimiento donde Jimin de BTS asegura que aunque sea un mal momento, todo saldrá bien en la vida. Por ello, motiva a sus fans a enfrentar la vida y superar los malos momentos, como una promesa que él plasmó en su canción donde retrata uno de sus momentos más oscuros.
- “La vida es una escultura que proyectas a medida que cometes errores y aprendes de ellos”
Sin duda, BTS es ejemplo de éxito y aunque se cree que el destino de cada persona está escrito, él nos enseña que puedes moldearlo a tu justo y no ajustarte a las normas o estereotipos ya establecidos. También revela la importancia de nuestros errores, pues una escultura no es perfecta, hasta pulirla después de regarla.