07
Feb
[ad_1] El hombre, como ser religioso, busca en lo profundo de su ser respuestas que alivien esa inquietud que lo acompaña desde tiempos inmemoriales. Cada paso en este viaje interior nos lleva a confrontar nuestras emociones más profundas y a encontrar el verdadero sentido de nuestra existencia. La aflicción interior, ese sentimiento de desamparo y vacío, forma parte inherente de nuestra condición humana. Nos enfrentamos a miedos que nos paralizan, a ansiedades que nos consumen y a una sensación constante de insatisfacción. El miedo a la muerte, el deseo insaciable de resolverlo todo y los vaivenes incontrolables de la vida…