El partido-milicia chií libanés Hezbolá afirmó que el asesinato del ‘número dos’ del brazo político del Movimiento de Resistencia Islámica, Hamás, Saleh al Arouri, “no quedará sin respuesta ni castigo”.
En un comunicado recogido por la agencia de noticias libanesa NNA, Hezbolá aseveró que sus combatientes se encuentran preparados para tomar represalias por un ataque que atribuyen al Ejército israelí.
De hecho, Hezbolá advirtió que este episodio supone “un acontecimiento peligroso en el curso de la guerra entre el enemigo y el eje de resistencia”, en alusión a Israel y Hamás.
“Grave ataque contra Líbano, su pueblo, su seguridad y su soberanía”
Asimismo, denunció que se trata de “un grave ataque contra Líbano, su pueblo, su seguridad y su soberanía”.
“El enemigo criminal, que después de 90 días de crímenes, matanzas y destrucción no ha podido subyugar a Gaza (…) ni el resto de las orgullosas ciudades, campos y aldeas, está recurriendo a una política de asesinato y liquidación física de todos los que trabajaron, planificaron, llevaron a cabo o apoyaron la heroica operación Inundación de Al Aqsa”, señala el comunicado.
Al menos siete personas, incluido Al Aruri y otros miembros de Hamás, murieron y varias más resultaron heridas después de un ataque con dron sobre unas oficinas de la milicia palestina situadas en Mushrifiyá, en los suburbios ubicados al sur de la capital de Líbano, Beirut.
Al Aruri residía en Líbano desde 2018
Al Aruri residía en Líbano desde 2018, y en 2010 fue liberado tras pasar 12 años en cárceles israelíes.
Considerado el ‘número dos’ del brazo político de Hamás y uno de los comandantes de las Brigadas Al Qassam, se le atribuye la responsabilidad de varios ataques contra Israel desde suelo libanés.
Se le señala como uno de los principales intermediarios en la liberación de rehenes tomados el 7 de octubre.
La noticia recibió rápidamente la respuesta de las autoridades de Líbano, Irán o desde la propia milicia palestina, que acusan a Israel de la autoría del ataque.
Las autoridades israelíes no se han pronunciado y la prensa local apunta a que el gabinete de Benjamin Netanyahu ordenó a sus ministros no manifestase sobre este ataque.
Un “asesinato cobarde”
Hamás culpó a “la ocupación sionista”, en alusión a Israel, de asesinar “cobardemente” a líderes palestinos “dentro y fuera de Palestina”.
El bombardeo contra su oficina en Beirut “prueba una vez más el completo fracaso” de Israel en Gaza, aseguró en un comunicado.
El brazo armado de Hamás, las Brigadas al Qasam, del que era cofundador Saleh al Arouri, prometió “una respuesta a todos los crímenes” contra los palestinos.
De “cobarde y traicionero asesinato” lo definió el grupo palestino Yihad Islámica, que tiene una fuerte presencia militar en Gaza tras Hamás y también combate el Ejército israelí en la Franja. (Europa Press y EFE)